La Corte Penal Internacional (CPI) ordenó el arresto de Muammar el-Gadafi, mientras los opositores que buscan derrocarlo dijeron que sus fuerzas se encontraban a sólo 80 kilómetros de la capital de Libia, Trípoli.

El tribunal de La Haya también pidió la detención del Saif al-Islam, hijo del dirigente libio, y del jefe de espías del país, Abdullah al-Senussi, por los mismos cargos. Según los fiscales, encabezados por el argentino Luis Moreno Ocampo, los tres imputados son responsables de planear la matanza y el encarcelamiento de cientos de civiles durante el comienzo del levantamiento opositor en febrero.
 
La presidenta de la CPI, Sanji Monageng, sostuvo en sus fundamentos que "existen méritos razonables para creer" que Kaddafi y los otros dos acusados son "penalmente responsables como coperpetradores indirectos" del asesinato y persecución de civiles.