"No siento que deba disculparme. No creo haber injuriado a nadie, y no voy a pedir disculpas por algo de lo que yo no me siento culpable". De esta manera, según le confiaron fuentes diplomáticas al diario Perfil, Rafael Correa le habría dejado en claro su posición al embajador ecuatoriano en Argentina, Wellington Sandoval, durante una charla telefónica en la madrugada del viernes, tras la polémica que generaron sus dichos sobre el atentado a la AMIA.

El pasado martes, de visita en Argentina donde fue galardonado con el premio Rodolfo Walsh de la Universidad de La Plata, Correa dio una entrevista con la señal C5N en la que fue consultado sobre su cercana relación con Irán, país que se niega a extraditar a los siete funcionarios imputados en el ataque terrorista a la mutural judía en 1994 y que son requeridos por la Justicia argentina.

Correa le respondió a la peridiosta Débora Plager que conocía el caso del atentado a la AMIA, al que calificó de "doloroso para la historia argentina", para luego aclarar: "pero vea cuántos murieron en el bombardeo de la OTAN a Libia. Comparemos las cosas también y veamos dónde están los verdaderos peligros. No debemos manipular".

Las declaraciones de Correa generaron inmediatamente el fuerte repudio de la comunidad judía. El titular de la AMIA, Guillermo Borger, cuestionó al mandatario ecuatoriano por hablar "desde la ignorancia total" y declaró que "correspondería algún tipo de repudio" por parte del gobiero nacional.

"Es inentendible cómo un presidente de una nación pueda hacer semejante manifestación. Es una absoluta falta de respeto al estado argentino al banalizar el peor atentado en la historia argentina", concluyó Borger.

En un mismo sentido, el presidente de la DAIA, Julio Schlosser, manifestó su "asombro" y "consternación" los dichos de Correa, a los que calificó de "altamente desafortunados".

"Este tipo de comparaciones de las víctimas es algo fuera de lugar, nos llama la atención de alguien que visita nuestro país para recibir un premio, que pertenece a Unasur que tiene relaciones con nuestro país, (...) y lo hemos invitado a concurrir a la AMIA porque tal vez no conzca lo que ha ocurrido", expresó el titular de la delegación de asociaciones israelistas en el país.

Por su parte, desde la oposición también rechazaron las palabras de Correa. Ricardo Gil Lavedra, jefe del bloque de diputados radicales, tildó de "absolutamente inadmisible e inaudito" que un presidente de visita en un país "se refiera anta liviandad al atroz asesinato de ciudadanos argentinos. Es también repudiable que el gobierno argentino no haya desestimado sus palabras de inmediato".

En tanto, el jefe de Gobierno porteño y líder del Pro, Mauricio Macri, declaró desde su cuenta de Twitter que repudiaba "los dichos del presidente Correa acerca del atentado terrorista que sufrimos los argentinos en la AMIA", mientras que el diputado del PJ disidente Francisco de Narváez opinó que "el presidente de un país hermano y amigo como Ecuador, Rafael Correa, no puede expresarse de la manera en que lo hizo".

Pese a que Correa no se refirió públicamente ni emitió niguna nota respecto al revuelo de sus expresiones, algunos de sus funcionarios sí lo hicieron.

“Lo que pasó en la AMIA fue un verdadero Holocausto argentino, una agresión inaceptable, bochornosa y horrenda de la cual todavía no tenemos resultados”, manifestó a la Agencia Judía de Noticias el embajador de Ecuador en nuestro país Wellingston Sandoval, quien además reconoció que “probablemente no fue adecuado que metiera en la misma expresión el asunto de Libia”

Sandoval justificó además las declaraciones explicando que Correa "no conocía la magnitud y el detalle de lo que aconteció" en el atentado porque al momento del ataque el mandatario "tenía 28 años y estaba en una universidad norteamericana".

Asimismo, el canciller Ricardo Patiño recordó desde su cuenta de Twitter que Correa "lamentó y calificó de doloroso el atentado" durante su entrevista, mientras que el secretario de Comunicación ecuatoriano, Fernando Alvarado, sostuvo que Correa no justificó "ni peor aún, minimizó, un atentado terrorista doloroso y cruel".