Luego de que el Palacio de Buckingham confirmara la muerte de la reina Isabel II (día conocido como D-Day), hay varias ceremonias en torno a su fallecimiento que se desarrollarán en los próximos días.

En el primer día tras el fallecimiento de la reina, el Consejo de Adhesión se reunirá en el Palacio de St. James a las 10 de la mañana para la proclamación principal del nuevo rey. Durante la tarde, el nuevo rey tendrá audiencias con el primer ministro y el gabinete, el líder de la oposición, el arzobispo de Canterbury y el decano de Westminster.

En el segundo día, el ataúd sale de Balmoral para ser llevado por carretera al Palacio de Holyroodhouse y emprender el camino hacia el Buckingham Palace. De esta forma, habrá proclamaciones en las naciones descentralizadas en Edimburgo, Cardiff y Belfast simultáneamente al mediodía. 

La Reina Isabel II junto al Príncipe Charles, el nuevo jefe de la monarquía británica.
La Reina Isabel II junto al Príncipe Charles, el nuevo jefe de la monarquía británica.

Recién en el quinto día, en lo que es el primer gran evento ceremonial que precede al funeral, el ataúd de Isabel II llegará al Palacio de Buckingham y será transportado hasta Westminster Hall para el comienzo de los cinco días de reposo tradicionales según el código real.

El funeral es una oportunidad para que el público presente sus respetos. El féretro se montará en un catafalco en medio de Westminster Hall, que estará abierto al público durante 23 horas al día. En su víspera, Carlos dará la bienvenida a las familias reales extranjeras que asistan al servicio.

En el décimo día tendrá lugar el funeral, que se llevará a cabo en la Abadía de Westminster. Después del servicio, una gran procesión ceremonial acompañará el ataúd a Hyde Park, donde será trasladado del carruaje de armas al coche fúnebre estatal y viajará a Windsor. Después de una procesión por Windsor, se llevará a cabo un servicio de compromiso en la Capilla de San Jorge, Castillo de Windsor, durante el cual se bajará el ataúd a la bóveda real.