Una startup boliviana quiere explotar los depósitos de litio más grandes del mundo, construyendo pequeños autos eléctricos que espera puedan ser adoptados en toda América Latina con baterías fabricadas localmente.

"La forma de movilidad eléctrica que estamos proponiendo es la micromovilidad eléctrica", dijo José Carlos Márquez, copropietario de Quantum, un fabricante de automóviles de nicho con sede en la ciudad de Cochabamba.

La compañía construye autos pequeños y extravagantes en los que pueden caber hasta tres pasajeros y no van más rápido de 55 km (34 millas) por hora. Pero Márquez señala que la mayoría de los conductores en América Latina no recorren largas distancias ni tienen velocidades promedio altas debido a los embotellamientos crónicos.

Quantum ha producido solo 1.500 vehículos hasta el momento, incluidos automóviles y motocicletas, y espera exportar otros 500 este año.

Sus baterías de litio se fabrican en el extranjero, a pesar de que Bolivia se asienta sobre el depósito de litio más grande del mundo en el salar de Uyuni. Márquez espera que eso pueda cambiar pronto.

El presidente de izquierda, Luis Arce, está presionando para industrializar sus vastos recursos de litio antes del final de su mandato en 2025, aunque incluso sus aliados no esperan que el país produzca cantidades significativas de litio antes de 2030, según informes.

Durante la última década, Bolivia ha invertido cientos de millones de dólares en la extracción de litio, pero produjo muy poco metal para baterías, en parte debido a las impurezas.

Si bien el litio es clave para fabricar baterías, también lo son otros metales como el níquel y el cobalto que Bolivia no produce y necesitaría importar.

“Normalmente asociamos la movilidad eléctrica con Tesla, pero eso es tan falso como decir que todos los autos con motor de combustión son BMW o Mercedes Benz”, dijo Márquez. “Claro que esos autos son hermosos ya todos nos gustaría tenerlos pero existen muy lejos de la realidad de América Latina”.