El grupo islamista Boko Haram tomó el control de la ciudad Chibox, en el noreste de Nigeria, donde secuestró a más de 250 chicas de una escuela en abril pasado, peses a las promesas del gobierno del de mandar refuerzos a la zona, informaron hoy fuentes locales.

El lí­der local Sambido Hosea Bana afirmó hoy ante periodistas en la capital administrativa de Nigeria, Abuya, que los islamistas atacaron la localidad del estado de Borno ayer por la tarde, informó la agencia de noticias EFE.

"Posteriormente entraron en el municipio y la mayorí­a de los vecinos huyeron para salvar sus vidas", dijo Hosea Bana, que sospecha que los milicianos atacaron Chibok tras huir de la cercana Mubi, del estado de Adamawa, de donde fueron expulsados esta semana por cazadores y otros vecinos armados.

Chibok se encuentra a 80 kilómetros de Mubi, en el estado de Borno donde el gobierno del país africano declaró el estado de sitio, al igual que en los vecinos Adamawa y Yobe tras la ofesnsiva de Boko Haram, pero hasta ahora fue incapaz de ofrecer seguridad a esa región.

Boko Haram, cuyo nombre significa en lenguas locales "La educación no islámica es pecado", comenzó a conquistar territorios a principios de año.

Los ilsamistas pretenden instaurar un califato y según expertos en seguridad controlan ya 221.000 kilómetros cuadrados del noreste de Nigeria, el país más rico y poblado de África.

El secuestro de las estudiantes en Chibo ocurrido el 14 de abril pasado, en el sur de Borno, provocó una ola de indignación en el mundo entero.

Varios jefes de Estado, estrellas internacionales e incluso el papa Francisco participaron entonces en la campaña #bringbackourgirls (devuelvan a nuestras chicas) lanzada en las redes sociales en apoyo de las jóvenes.

Más de seis meses después, 219 de ellas siguen retenidas, pese a los llamamientos para su liberación.

Boko Haram, que pretende imponer la shari­a (ley islámica), cometió varios ataques contra escuelas que siguen programas occidentales desde 2009.

El presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, muy criticado por su falta de reacción tras el secuestro, aseguró en varias ocasiones que liberaría a las estudiantes.

En un encuntro con los familiares de las chicas secuestrada en julio pasado, el mandatario y mandos del Ejército prometieron refuerzos para Chibok.

A esto se suma que muchos nigerianos están indignados por el aumento de ataques y explosiones perpetradas por Boko Haram desde que el gobierno afirmó, el 17 de octubre pasado, haber alcanzado un alto el fuego con la secta, al que negó su lí­der, Abubakar Shekau.

Pero la violencia de Boko Haram no cesa: el lunes pasado, 47 adolescentes murieron en un atentado perpetrado contra su instituto en el norte de Nigeria, por un kamikaze vestido de colegial, una matanza atribuida a Boko Haram.