Joe Biden y Barak Obama han vuelto a trabajar juntos, desesperados, para minimizar la catástrofe demócrata en las elecciones de mañana, cuando todo indica que los republicanos alcanzarán el control total de ambas Cámaras del Capitolio y desatarán, lo que los analistas llaman, “un infierno político”.

El actual presidente, junto con el mucho mas prestigioso ex presidente Obama, han estado recorriendo Estados Unidos en un último intento por persuadir a los votantes de que una victoria demócrata es fundamental para la preservación de la democracia estadounidense, algo que suele ser poco relevante para los electorados, cuando el gobierno ha generado una catástrofe económica.

Por eso, el impulso parece ser que los republicanos capitalizan la frustración por la inflación y los temores a la delincuencia y la inmigración ilegal. Los encuestadores dicen con claridad, que es muy probable que el partido de la derecha norteamericana obtenga la mayoría en la Cámara de Representantes y también tenga la oportunidad de tomar el control del Senado.

“Los republicanos están alcanzando su punto máximo en el momento adecuado ”, dijoBrendan Buck, ex asistente de los presidentes republicanos de la Cámara, Paul Ryan y John Boehner. “Los demócratas hicieron un buen trabajo desafiando la gravedad política durante mucho tiempo, pero finalmente los están alcanzando. Se siente como una mayoría republicana saludable en la Cámara y, si fuera un apostador, diría que los republicanos obtienen el único escaño en el Senado que necesitan", sentenció.

Uno de los fénomenos que se han producido en esta elección es el gran aumento en la participación en la votación anticipada. Están en juego los 435 escaños de la Cámara, 35 escaños del Senado de 100 miembros, 36 gobernaciones estatales, tres gobernaciones de territorios estadounidenses y numerosas alcaldías de ciudades y oficinas locales. 

El control republicano de cualquiera de las cámaras podría hacer tambalear el apoyo abierto de Estados Unidos a la guerra de Ucrania contra Rusia y además, Biden podría enfrentar investigaciones del Congreso sobre todo, desde la retirada de Afganistán hasta los tratos comerciales en el extranjero de su hijo Hunter.

Michael Steele, ex presidente del Comité Nacional Republicano, aseguró que: “Al final del día, no importa: una cámara, dos cámaras, si los republicanos tienen el control, los próximos 18 a 24 meses en este país van a ser ser un nuevo infierno político diferente a todo lo que hemos visto antes”.