Joe Biden posiblemente sea recordado como el presidente norteamericano mas inconsistente del Siglo XXI. Exterderle su mano a la nada, o caerse dos veces en la escalerilla de un avión, son solo datos casi símpaticos, que ilustran una errática presidencia.

La retirada apresurada e incomprensible de Afganistán a costa de la vida de soldados norteamericanos, o las fallidas decisiones económicas que llevaron a la explosión inflacionaria, son los datos concretos que marcarán su gestión.

Los Estados Unidos alcanzaron este mes el peor récord inflacionario de los últimos 40 años, con el 8,6% anual, con una aporte fenómenal de la propia administración Biden, que generó un alza desmesurada del precio del petróleo y sus derivados, con las "sanción" impuesta a Rusia que implica la prohibición de comprarle el crudo al país invasor de Ucrania.

Joe volvió a darse un "tiro en el pie". En realidad primero se lo pegó a los votantes norteamericanos, pero la consecuencia va a verse en las elecciones de medio término de este año. Sancionar a un tercero para sufrir las consecuencias en el propio país y sobre el propio electorado, es de una torpeza política sin precedentes.

El último índice de inflación de estos nivel en Estados Unidos, se registró en el primer año de gestión de Roland Reagan, pero provenía de una incluso mas alta que le dejó su predecesor: Jimmy Carter, otro presidente demócrata que no embocó una y perdió su reelección.