Posiblemente fue el peor momento desde que asumió el mandato. El cara a cara con los familiares de los soldados fallecidos en un atentado durante la evacuación de las topas norteamericanas en Kabul.

En definitiva, el por momento fueron las malas decisiones y sus horribles consecuencias, pero el choque con las familias fue fuerte. “Jiennah quería mirarlo a los ojos y escuchar lo que tenía para decir”, dice la hermana del soldado McCallum, pero agrega que su cuñada volvió muy decepcionada, porque el presidente miraba el reloj todo el tiempo y no paraba de hablar de la pérdida de su hijo Beau, cuenta The Washington Post.