Joe Biden ha dicho que cree que Rusia atacará a Ucrania, advirtiendo que Moscú enfrentaría un “precio alto”, pero admitió que la OTAN estaba dividida sobre cómo responder si solo hay una “incursión menor”.

La Casa Blanca se vio obligada a emitir una aclaración apresurada sobre ese último punto, diciendo que cualquier movimiento de las fuerzas rusas sobre la frontera sería tratado como una invasión.

Pero Biden, en sus declaraciones más extensas sobre la crisis de Ucrania hasta la fecha, dadas en una conferencia de prensa prolongada el miércoles, alarmó al gobierno de Kiev y se desvió de la muestra de unidad decidida que la OTAN ha tratado de proyectar.

Cuando se le preguntó sobre las intenciones de Vladimir Putin, el presidente estadounidense dijo: “No estoy tan seguro de lo que va a hacer. Supongo que se mudará. Tiene que hacer algo”.

Biden dijo que una invasión a gran escala sería "lo más importante que ha sucedido en el mundo en términos de guerra y paz desde la Segunda Guerra Mundial", con el riesgo de extenderse fuera de las fronteras de Ucrania y "podría salirse de control".