El papa Benedicto XVI, quien vive su peor etapa desde que fue elegido Sumo Pontífice debido a la filtración de documentos secretos de sus archivos personales, advirtió hoy a los políticos acerca de prometer cosas en campaña que luego no podrán cumplir.

"Los partidos políticos deberían mostrar actitudes más responsables", dijo el Sumo Pontífice, durante el Encuentro Mundial de Familias en Milán.

Según informes de distintos medios italianos, más de 300.000 fieles se reunieron en el aeropuerto de Bresso, al norte de Milán, con el Papa.
Una familia griega le habló a Benedicto XVI de la crisis en su país y según relata la agencia de noticias DPA, el Papa les contestó: "La crisis ha tocado mi corazón. Las palabras no bastan. Deberíamos hacer algo concreto, pero no estamos en condiciones".

"Los políticos no deberían centrarse sólo en ganar votos, sino que deberían tener en cuenta el bienestar general", añadió.

Al ser consultado por una niña de Vietnam acerca de cómo se imagina el paraíso, Benedicto XVI contestó: "El paraíso debería ser similar a mi juventud". Dijo que recordaba con alegría las fiestas familiares, en las que cantaban. "Eso era para mí como si se abriera el cielo", recordó.

Previamente, el Papa hizo un llamado a los jóvenes católicos para que tomen el ejemplo de los santos. "La santidad es la vida normal de un cristiano", dijo el Sumo Pontífice en el estadio de fútbol Giuseppe Meazza de Milán, frente a 80.000 jóvenes y sus familiares.

Benedicto XVI participa en Milán en el Encuentro Mundial de Familias, que finaliza mañana. Estas reuniones comenzaron en 1994 por iniciativa del papa Juan Pablo II y se celebran cada tres años.

Sin embargo, el encuentro es tomado como un apoyo fundamental para quien está pasando, según propia confesión, uno de los momentos "más tristes de su vida" luego de que detuvieran a su mayordomo y hombre de confianza, Paolo Gabriele, acusado de robar documentos secretos y entergarlos a la prensa.

De hecho, esta es la primera ocasión en que Benedicto XVI no está acompañado por Gabriele, miembro de lo que se conoce como la Familia Pontificia a la que pertenecen tan sólo nueve personas.