Tras el apretón de manos, el presidente de los EEUU envió en su discurso un mensaje al cubano: "Hay líderes que apoyan a Mandela pero no toleran la diferencia"

Las imágenes de la ceremonia, retransmitidas en directo para todo el mundo, mostraron el apretón de manos, seguido por un breve intercambio de palabras. Acto seguido, el presidente estadounidense saludó con un beso en la mejilla a la jefa de Estado brasileña Dilma Rousseff.

Obama y Castro son dos de los seis jefes de Estado fueron designados para hablar en honor a Madiba. Fueron elegidos en una muestra póstuma de la capacidad de Mandela para tender puentes entre posiciones y grupos que parecían irreconciliables.

Obama y Castro se han estrechado las manos cuando el primero se dirigía hacia el estrado del estadio Soccer City de Johannesburgo, donde está teniendo lugar el multitudinario homenaje a Nelson Mandela.

Ésta es la primera ocasión en la que ambos mandatarios se saludan públicamente.

El presidente estadounidense ha sido el primero de los varios mandatarios internacionales que tomarán la palabra en el adiós a Mandela, fallecido el pasado jueves.

También ofreció un discurso Raúl Castro, así como la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, entre otros.

A pesar del cordial saludo, Obama apeló en su presentaciòn al ejemplo de Mandela para hacer referencia a aquellos países en donde hay una sostenida violación a los derechos humanos, y donde aún hoy existen presos políticos.

Mandela es un "gigante de la justicia", dijo Obama, pero en el mundo hay demasiados líderes que manifiestan solidaridad con la lucha que libró Madiba "pero que no toleran la disidencia de su propio pueblo".

Si bien no mencionó los casos, ha sido claro su mensaje a Raúl Castro.