El Ejército de Bahrein pidió a los habitantes de Bahrein que no participen en marchas de protestas contra el gobierno y desplegó fuerzas en distintos sectores de la capital, Manama, donde ayer murieron 6 personas en la represión a los manifestantes.

"Las Fuerzas de Defensa se desplegaron para garantizar la seguridad de la ciudad y sus residentes (...) y velar por el mantenimiento de la libertad y las propiedades", afirma un documento difundido hoy por la televisión estatal.

Los militares también instaron a los ciudadanos a evitar "las concentraciones en zonas vitales del centro de la capital, lo que causa graves efectos al tráfico y provoca miedo entre los que se encuentran en la zona".

Al menos 6 personas murieron y más de 200 fueron heridas en la represión a las protestas contra el gobierno de Bahrein, iniciadas la semana pasada tras el derrocamiento en Egipto del entonces presidente Hosni Mubarak luego de 18 días de manifestaciones y alrededor de 260 muertos.

La Policía bahreiní mantiene rodeada la principal plaza de esta capital, apoyada por unidades de blindados del Ejército, después de sacar por la fuerza a alrededor de 2.000 personas que se encontraban acampadas desde hace dos noches exigían reformas políticas y mejoras económicas.

Según un portavoz del Ministerio del Interior bahreiní, un total de cincuenta policías resultaron heridos en los incidentes que se produjeron cuando irrumpieron en la plaza para dispersar a los manifestantes.

Bahrein, un emirato insular petrolero de poco más de 600 kilómetros cuadrados, tiene uno de los estándares de vida más altos del mundo árabe, con un PBI per cápita cercano a los 30.000 dólares anuales, con una alfabetización del 90% y una esperanza de vida de 74 años.

Las protestas son protagonizadas por integrantes de la rama islámica chiita, mayoritaria en el país, pese a que la dinastía gobernante es de origen sunnita.