Continúa la revolución en el mundo árabe.

Bahrein, Yemen y Libia reprimieron duramente las protestas populares que exigen la finalización de monarquías y regímenes autoritarios, muchos de los cuales prohíben la existencia de partidos políticos.

En Libia, hubo ochenta y cuatro muertos y el régimen de Muammar Gaddafi amenaza con una respuesta “fulminante”.

El ejército de Bahrein disparó contra las protestas y hubo, al menos, un muerto.

En Yemen, fallecieron once personas desde el arranque de las protestas.

Las puebladas se inspiran en las que acabaron con los regímenes de Zine el-Abidine ben Alí en Túnez y Hosni Mubarak en Egipto.

Los reclamos son en pos de la democracia formal y de mejoras sociales.