Tras más de 30 horas de asedio, el presunto asesino de Toulouse murió tras un tiroteo de varios minutos, según informan televisiones francesas, que señalan además que tres policías resultaron heridos, uno de ellos de gravedad.

Didier Martinez, un representante del sindicado de policía, confirmó a la prensa en el lugar de los hechos la muerte del joven Mohamed Merah, de 23 años, que permaneció atrincherado durante más de 30 horas en un casa de un bloque en un barrio de Toulouse, ciudad donde, según su propia confesión, mató a los tres niños y un rabino frente a una escuela judía. Además, dijo a la policía que era el autor de los asesinatos de tres soldados en Toulouse y la vecina Montauban.

La policía dio con este hombre el martes y en la madrugada del miércoles rodeó la casa. Unidades especiales entablaron en varias ocasiones contacto con él. En las conversaciones, que duraron un día y medio, se declaró miembro de la organización Al Qaeda. Además, los efectivos aplicaron una estrategia de desgaste, que incluyó tres explosiones en el edificio donde se encontraba Merah. Sin embargo, no hubo ningún movimiento en su interior.

Mohamed Merah, francés de origen argelino, era vigilado desde hace un año por los servicios secretos por sus contactos con medios salafistas. Cuando la policía acudió a detenerlo en la madrugada del miércoles, el joven los recibió a tiros, hiriendo de poca gravedad a dos agentes del cuerpo de elite RAID. La prensa local indica que, desde que se atrincheró, hubo al menos tres intentos de la fuerza de seguridad por ingresar a su refugio, que fueron repelidos.

Por Continental, Alejandra Birgin, presidenta de la Casa Argentina en París, describió la conmoción que sufrió Francia por los asesinatos de Merah.