La breve y demencial carrera terrorista de Mohamed Merah, de 23 años, el supuesto soldado francés de Al Qaeda que confesó ser el autor de las muertes de siete personas (tres de ellos niños) en Toulouse y Montauban, ha terminado este jueves con la misma violencia que empezó. Merah, francés de origen argelino, ha muerto de un tiro en la cabeza durante el asalto de las fuerzas de élite RAID de la policía francesa, que entraron en el piso donde se parapetaba el joven tras 32 horas de asedio en las que, según la policía, asumió todos sus crímenes pero se negó a rendirse.

Los agentes del RAID comenzaron a preparar la irrupción al apartamento a las 10.30 hora local. Primero se oyeron tres detonaciones, luego hubo un largo rato de silencio, y hacia las 11.20 los policías abrieron fuego. Durante tres minutos, desde las calles adyacentes se oyó un intenso tiroteo, con largas ráfagas de lo que parecían metralletas y armas automáticas.

Según la policía, Merah estaba escondido en el cuarto de baño cuando entraron los agentes y respondió con fuego al fuego. El ministro del Interior, Claude Guéant, explicó que Merah “saltó por el balcón disparando, y cuando llegó al suelo estaba muerto”. Más tarde, el fiscal de París y responsable de la investigación, François Molins, ha confirmado que el terrorista ha muerto de un disparo en la cabeza recibido mientras trataba de huir por la ventana armado con su Colt 45. El fiscal ha agregado que Merah grabó todos sus ataques con una cámara de vídeo.

Durante el asedio, Merah se atribuyó la autoría de las muertes de tres paracaidistas, el 11 y el 15 de marzo, y de cuatro ciudadanos judíos (tres de ellos niños) el pasado día 19. Todas las víctimas murieron de un disparo en la cabeza efectuados a quemarropa.

El asesino confesó ser miembro de Al Qaeda y hoy la rama magrebí de esa organización terrorista, AQMI, se ha atribuido la autoría de los atentados de Toulouse y Montauban.

Nicolas Sarkozy, el presidente de la República, ha felicitado a las fuerzas de seguridad. “El responsable de los atentados ha sido identificado y eliminado. Hemos hecho todo lo posible para llevarlo ante la justicia, pero no queríamos arriesgar ni una sola vida. Ha habido ya demasiados muertos”, ha dicho el presidente, que ha llamado una vez más a la unidad nacional y ha pedido a sus compatriotas que no estigmaticen a los musulmanes de Francia. “Los compatriotas musulmanes no tienen ninguna culpa de las intenciones enloquecidas de un terrorista, no podemos caer en ese tipo de amalgamas”, ha afirmado, recordando que Mohamed Merah mató también a tres militares musulmanes.

Tras reunirse con el primer ministro y el titular de Interior, Sarkozy ha anunciado una revisión urgente del Código Penal para perseguir actitudes que hoy no están penadas por la ley y que adornaban el currículo fanático de Mohamed Merah: las personas que consulten de forma habitual páginas de Internet que hagan apología del odio y el terrorismo serán castigadas penalmente, así como aquellos que viajen al extranjero para recibir adoctrinamiento o difundan ideas que alientan el odio. El fiscal de París, François Molins, informó el miércoles de que Merah era un “salafista atípico" y que había viajado al menos en dos ocasiones a Afganistán y Pakistán.

El drama de Toulouse y Monauban ha reabierto el debate sobre la seguridad antiterrorista en Francia en plena campaña electoral para las presidenciales. El entorno del presidente ha anunciado que Sarkozy retomará esta tarde su campaña electoral con un mitin en Estrasbourgo a las seis. El último sondeo muestra que la intención de voto del presidente-candidato ha mejorado dos puntos en los últimos días, y hoy marcharía en cabeza para la primera vuelta del 22 de abril. El sondeo estima que Sarkozy perdería ampliamente la segunda vuelta del 6 de mayo ante el socialista François Hollande.