El papa Francisco reveló este viernes que nunca quiso ser papa y que relató que reside en un hotel del Vaticano por su salud `"psiquiátrica'", al reunirse con miles de niños de escuelas jesuitas de Italia y Albania.

El sumo pontífice, al responder a sus preguntas una por una, Francisco dijo que la decisión de hacerse sacerdote no fue fácil para él y reconoció que sufrió "momentos de oscuridad interior'' cuando "uno se siente seco, sin alegría interior''.

Empero, indicó que siguió adelante porque ama a Cristo. Uno de los momentos más emocionantes una niña de seis años llamada Teresa preguntó a Francisco si quiso ser Papa. Tras bromear, Francisco respondió que "no quería ser Papa'".

Al mediodía de Roma, el Papa Francisco recibió a una nutrida representación de 8 mil jóvenes con sus familias, profesores y amigos, que llenaron el Aula Pablo VI del Vaticano. "Fue una especie de feliz fiesta de final de curso que vino precedida, antes de la llegada del Papa, por momentos de animación y testimonio", informó el sitio Radio Vaticana.

"El elemento principal en la escuela -afirmó el Papa- es aprender a ser magnánimos: tener un corazón grande, tener grandes ideales, el deseo de cumplir grandes cosas, pero también pequeñas cosas, para responder a lo que Dios nos pide", indicó el medio de comunicación papal.

Tras hablarles de las virtudes humanas insiste en dos grandes valores: la libertad y el servicio. "Para ser magnánimos con libertad interior y espíritu de servicio se requiere la formación espiritual. ¡Queridos chicos, queridos jóvenes, amen cada vez más a Jesucristo! Nuestra vida es una respuesta a su llamada y ustedes serán felices y construirán bien su vida si saben responder a esa llamada. Sientan la presencia del Señor en su vida".

Al final de su discurso el Santo Padre saludó a la delegación del Colegio jesuita albanés de Scutari, que después de largos años de represión de las instituciones religiosas, a partir de 1994 reanudó sus actividades, acogiendo y educando a jóvenes católicos, ortodoxos, musulmanes, e incluso algunos alumnos nacidos en contextos familiares agnósticos. "Así la escuela -escribe el Papa- se convierte en un lugar de diálogo y de confrontación pacífica, para promover actitudes de respeto, escucha, amistad y espíritu de cooperación"..