El pasado martes en Nanterre, una ciudad a las afueras de París, un joven murió en consecuencia de un disparo por parte de un policía durante una persecución. Desde entonces, en las calles de Francia se están produciendo auténticas “batallas campales”.

“La Policía mató a un joven y fue una tragedia. Luego hubo miles de incendios, también municipalidades y vehículos fueron incendiados”, detalló  Eléonore Caroit, diputada de la asamblea constituyente francesa.

"La mayoría de quienes cometieron estos crímenes son hombres franceses sin antecedentes", aclaró. "La ultraderecha está tratando de justificar esta violencia. Estos niveles de violencia nunca se habían alcanzado".