El presidente de Venezuela y candidato a la reelección, Hugo Chávez, consideró esta tarde que "el pueblo venezolano" representa "la mejor garantía y fortaleza" del respeto por el resultado de las elecciones de mañana, en la que se elegirá mandatario para el periodo 2013-2019.

"No hay garantía más fuerte y mayor fortaleza, sea cual fuere el resultado y sea cual fuere la brecha, que el pueblo venezolano", remarcó Chávez en una extensa conferencia de prensa que dio en el Palacio de Miraflores.

Para Chávez, en la compulsa de mañana "está en juego" el proceso de integración que en la región que, destacó, se puso en marcha a partir de las llegadas a los gobiernos de Lula Da Silva en Brasil; Néstor Kirchner en Argentina; Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador.

"Hace 15 años tomaba cuerpo en el continente el ALCA. De lo que nos salvamos... Duele ahora Europa, pero eso que pasa es producto de las recetas del FMI, que ya había hecho estragos acá. Y salvamos a los pueblos de la tragedia que hubiera significado el ALBA", remarcó.

El mandatario habló con un centenar de periodistas después de reunirse con el jefe de la misión de observadores de la Unasur, Carlos "Chacho" Alvarez.

Reseñó el presidente que hasta su llegada a Miraflores, "esta casa era una casa de corrupción, de grandes negocios", pero Venezuela "implosionó en lo moral, en lo social, en lo político, y surgió un torbellino de rebeliones".

Destacó al respecto que pudo "darse un cauce constitucional" a esa violencia naciente, aunque hubo en los inicios de su gestión intentos de frenar sus planes de cambios.

"Esos poderes concentrados arremetieron. Trataron de halagarme primero; me lanzaron puentes de plata y quisieron captarme. Cuando se dieron cuenta que no podían, porque llegué a cumplir con el pueblo a costa de cualquier cosa, vino el golpe" del 2002, afirmó.

Después, celebró como "muy positivo que alguien que comandó una rebelión", como él mismo, "haya llegado al poder por elecciones", del mismo modo que "lo mismo es positivo que quienes llegaron hasta a quemar la Constitución, quienes dirigieron el golpe de Estado fascista, elitista, estén mañana en el juego democrático".

Preguntado sobre si, de ganar mañana, el próximo sería su último mandato, bromeó con el concepto de que "20 años no es nada, como dice el tango", pero subrayó luego que "no se trata de que Chávez tenga el poder, sino de que para una Revolución, un día puede ser un siglo".

El mandatario dijo que asumía "muchos errores" de su gestión y enumeró que tuvo "un ministro que después encabezó el golpe y otro que era de la CIA", que demoró en "cambiar la tecnocracia de PDVSA, que después dio el golpe petrolero" y que le faltó "seguimiento a muchos planes", un punto que prometió corregir si tiene otro mandato.

Chávez expresó su deseo de que mañana no haya sectores que "traten de usar la coyuntura pacífica para alterar la paz ni se presten al juego desestabilizador", aunque dejó en claro que "el país tiene como neutralizar" eventuales maniobras.

Vestido de polera roja y saco oscuro, el mandatario evitó responder algunas preguntas "para no romper la veda", y estimó que el lunes seguramente convocará a otra conferencia para responder consultas que no podía hoy.