"Bienvenido a Calma, la línea de escucha para hombres", dice una voz masculina, tenue, pausada. "Estamos para oírlo y orientarlo", añade.

Minutos después contesta un funcionario de la Alcaldía de Bogotá experto en psicología para atender las angustias de algunos hombres de la capital colombiana, explica la BBC.

Casi 2.000 hombres han llamado a la línea en 10 meses de existencia. Y unos 200 de ellos han aprovechado las 10 sesiones personalizadas a las que tienen derecho gratis, solo por estar dispuestos a examinar sus emociones, pensamientos y actitudes machistas.

"Me estaba convirtiendo en el macho que nunca quise ser", le dice a BBC Mundo Alex Rodríguez, un bogotano, panadero y artista de 31 años.

"Pero, como estaba preocupado de que estaba sintiendo esos típicos celos del hombre tóxico, llamé a la línea y me contestó Diana, una psicóloga que me dijo que los celos son normales, que todos los sentimos, y que lo importante es saber tramitarlos".

La mayoría de los hombres que llaman a Calma lo hacen en medio de un ataque de celos: "Hemos descubierto que no solo a los hombres, sino también a las mujeres colombianas, los celos son algo que nos chiflan", dice María Fernanda Cepeda, experta en género en la división de cultura ciudadana de la alcaldía bogotana.

Henry Murrain, subsecretario en cultura ciudadana de Bogotá, añade: "Detrás del macho que todo lo puede, que todo lo controla, hay un hombre profundamente inseguro y atormentado".

"Y es ahí, no solo desde los celos, sino desde una idea de la exclusividad y el control de la mujer, que se despiertan sus rabias más profundas y pueden convertirse en la persona violenta que, en la mayoría de los casos, no quieren convertirse", explica el filósofo.