El cantante con voz de falsete e inconfundibles gafas de cristales tintados, sufría de cáncer de colon e hígado, y estaba en coma en un hospital de Londres tras contraer una neumonía el mes pasado.

Tras su muerte, el mayor de los tres hermanos, Barry, de 65 años, queda como último superviviente de uno de los grupos que ha vendido más discos de la historia, unos 200 millones durante toda su carrera.

El gemelo de Robin, Maurice, que tuvo problemas de alcoholismo, falleció a los 53 años en 2003 de una oclusión intestinal. Aunque no formaba parte del trío, el hermano menor, Andy, que hizo carrera en solitario, murió también, con sólo 30 años, de un problema cardiaco derivado de una adicción a la cocaína.

"A veces me pregunto si todas las tragedias que ha sufrido mi familia es como un preció kármico que estamos pagando por toda la fama y fortuna que tuvimos", dijo Robin en marzo al diario The Sun.

Nacido el 22 de diciembre de 1949 en la Isla de Man (Reino Unido), Robin Gibb emigró con nueve años a Australia con su familia.

Alentados por su padre, que dirigió un grupo musical, los hermanos formaron un conjunto juvenil que un disc jockey local sugirió rebautizar Bee Gees (B de Brothers (hermanos) y G de Gibb) después de que alcanzaran cierta popularidad.