Las tres discográficas internacionales más importantes, EMI, Universal y Sony, llegaron a un acuerdo para dejar de comercializar música en formato CD desde fines de 2012.

Comprendiendo el cambio en el tipo de escucha de música en los usuarios, más fragmentaria, y a partir del auge de las tiendas online, buscarán potenciar ese tipo de soportes. Luego de 2013, planean reducir el uso de Compact Disc a ediciones especiales de algunos artistas.

En los 80, el CD irrumpió y relegó progresivamente al disco analógico, que había reinado desde su revolucionaria aparición desde finales del siglo XIX y sólo había empezado a compartir su hegemonía con el cassette, de un tamaño mucho más amable, pero con una calidad de sonido inferior.