La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) anunció que la crisis alimentaria internacional, continúa vigente ya que los precios de los alimentos siguen elevados. Si bien en el último mes hubo un leve descenso, los valores se ubican 22,8% por encima de su nivel de un año atrás. El motivo del incremento es la guerra entre Ucrania y Rusia, dos de los principales exportadores de cereales del mundo. 

"Las restricciones a la exportación crean incertidumbre en el mercado y pueden provocar picos de precios y una mayor volatilidad de los mismos. El descenso de los precios de las semillas oleaginosas muestra lo importante que es cuando se eliminan y permiten que las exportaciones fluyan sin problemas", aseguró el economista jefe de la FAO, Máximo Torero Cullen.

Mientras que los índices de precios de los productos lácteos, el azúcar y el aceite vegetal cayeron el mes pasado, el índice de la carne subió hasta alcanzar un máximo histórico y el índice de los cereales subió un 2,2%, con el trigo registrando un aumento intermensual del 5,6%. Esto último, se debe al anuncio de la India de prohibir las exportaciones, así como a la reducción de las perspectivas de producción en Ucrania.

"Las previsiones se basan en las condiciones de los cultivos que ya están en el suelo y en las intenciones de siembra de los que aún están por sembrar" indicaron desde el orgnismo internacional. 

Se prevé que la utilización mundial de cereales se reduzca en 2022/23 en un 0,1% respecto a los niveles de 2021/22, hasta los 2.788 millones de toneladas, la primera contracción en 20 años.