Según datos del INDEC, en el cuarto trimestre de 2023, los puestos de trabajo de los asalariados no registrados alcanzaron un récord de 5.776.000, representando el 43,5% del total de asalariados privados. Esta situación de informalidad laboral ha generado altos índices de pobreza y precariedad en el mercado laboral argentino.

Se observa un incremento del 3,6% en el total de puestos de trabajo en comparación con el mismo período del año anterior. Los puestos de trabajo asalariados registrados aumentaron un 2,3%, los no registrados un 6,4%, y los no asalariados un 3,2%.

En cuanto a la distribución de los puestos de trabajo, se registran 23.045.000 en total, desglosados de la siguiente manera: 7.488.000 asalariados registrados del sector privado, 3.800.000 en el sector público, 5.776.000 no registrados y 5.981.000 por cuenta propia.

En algunas actividades, como el personal de casas particulares, la agricultura y ganadería, la construcción, y los servicios sociales y salud privados, se observa que hay más asalariados no registrados que registrados, lo que evidencia la expansión de la informalidad laboral en estos sectores.

Estos datos oficiales reflejan un preocupante avance de la precarización laboral en Argentina. La falta de registro laboral implica la carencia de beneficios como obra social, salarios más bajos, ausencia de cobertura por accidentes de trabajo y la imposibilidad de acceder a beneficios de jubilación y pensión. Esto impacta significativamente en la seguridad y bienestar de los trabajadores no registrados, quienes se enfrentan a dificultades al momento de jubilarse debido a la falta de aportes suficientes.

En resumen, los altos niveles de informalidad laboral en el país plantean desafíos importantes en términos de protección social y equidad en el mercado de trabajo, afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la sociedad.