“No gozo de los privilegios de un rey”, bromeó el ingeniero agrónomo Gustavo Grobocopatel, conocido como “El Rey de la Soja”.

“Somos algo peor que un Pool de Siembra: somos la madre de los pooles de siembra; nuestro principal trabajo no es sembrar sino proveer servicios a productores. Muchos de ellos, se adaptaron a las condiciones y se asociaron con los que proveen dinero. Uno pone plata, otro el trabajo, otro la tierra. A eso se le llama pool de siembra y esa forma asociativa alcanza el 70 por ciento de la agricultura en la argentina”, explicó el empresario agrícola en La Vuelta.

Asimismo, Grobocopatel precisó que “hay algunos pooles más sofisticados que reciben dinero de bancos a través de fideicomisos o de fondos extranjeros, pero son muy pocos, el 1 o 2 por ciento”.

“Esta forma de organización generó una disrupción en el mundo. En Argentina las cosas ocurren de forma bastante dramática. Para mí, al contrario de lo que se dice, es el símbolo de la democratización del acceso a la tierra y la movilidad social ascendente. Hoy vos podés sembrar sin tener tierra propia, sin ser hijo de un estanciero o un chacarero”, remarcó.

Grobocopatel explicó que este sistema “estimula a los emprendedores”.

“El proceso de despoblación del campo es un proceso positivo”, advirtió, al explicar que la posibilidad de un campesino de alquilar su tierra le permite migrar a la ciudad.

“La tecnología desplaza mano de obra en el campo, en la industria, en donde sea. El tema es que el sistema logre reubicar a esa gente que sale del campo: hay menos productores pero hay más camioneros, por ejemplo”, detalló el empresario.

“Las fábricas tienen menos obreros, en el campo hay menos productores, pero cuando sumás a la cantidad de empleo que hay en el sistema, hay mucho más sólo que alocados en servicios. Eso es mucho mejor porque se trata de servicios calificados y mejor remunerados”, resaltó Grobocopatel.

Sin embargo, aseguró que esto “no implica que no haya todavía mucho por hacer en la Argentina. Es necesario agrandar la cadena de valor, industrializar más los servicios. Para lograr eso se necesita inversión en el interior para que la gente no se aleje”.

“El tema es dónde se aloca la renta que se genera en el sector: si en el Estado o en los privados. Hoy, el 80 por ciento de mis ganancias se la llega el Estado”, afirmó, en relación a las retenciones.

La Soja. “Hay cosecha récord, etc, pero la plata se va a otro lado”, dijo y sostuvo que “el impuesto debe servir para ayudar a los que pierden y para que los que ganan puedan pagar más. Este sistema acelera el proceso de concentración para los que más ganan o los que menos pierden”, señaló.

“No nos tenemos que asustar si las empresas argentinas se hacen cada vez más brasileras o más norteamericanas: es porque acá no nos dejan ganar dinero”, remarcó Grobocopatel.

“No hay reinversión pública en el interior porque las retenciones es un impuesto unitario que se concentra en las ciudades”, aseguró, tras aclarar que, fuera de la Capital Federal, “todo cuesta mucho más caro”. Puso como ejemplo el transporte.

“Nosotros estamos obligados a que nos vaya bien, porque las empresas se funden pero el Estado no”, enfatizó.

Asimismo, negó que con la soja siempre se gane. “No creamos que porque sube la soja los productores ganamos cada vez más”, dijo. En ese sentido, marcó la necesidad de modificar el sistema impositivo. “Tenemos que pagar impuesto todos, pero antes de tener un pacto fiscal, tenemos que tener un pacto social”, remarcó Grobocopatel.