La Federación Agraria protesta contra la política triguera esta tarde, en la puerta de una de las plantas de Cargill en la localidad santafesina de Rufino.

Harán también una asamblea y se espera que concurran referentes de la Mesa de Enlace vinculados con esta postura (de un mayor control de mercados, opuesta a la de la Sociedad Rural y CRA, que pretenden su liberalización total, lo que dejaría el mercado en manos de unas pocas cerealeras transnacionalizadas).

Desde la Federación Agraria y Coninagro, exigen un sistema que controle mejor el modo como se comercializa el trigo, para que los productores agropecuarios no se vean perjudicados por los precios que les pagan las grandes acopiadoras y exportadoras de cereales.

Denuncian que el grano se deja estacionado hasta que se “infecta” y luego es comprado más barato por las grandes firmas procesadoras.

El reclamo se concreta dos días antes de la reunión que mantendrán los líderes de la Mesa de Enlace con el ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez.

Para Alfredo De Angeli, “los perjudicados” en esta situación “son el productor y el consumidor del pan. ¿Por qué el Gobierno no sienta al molinero, al productor y al industrial? ¿Qué hacen con los subsidios?”, se exaltó por Continental.

Para el presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, “abre las exportaciones y venden el trigo a precio internacional, pero a nosotros nos compran a precio barato”.

“El ministro Domínguez, en el acto de Bahía Blanca, denunció a molineros y exportadores”, recordó en Magdalena Tempranísimo, y denunció que “el sector triguero le va a pagar la campaña a los Kirchner con esa diferencia”.

Al serle preguntado por nuestro periodista Edgardo Alfano “¿Y cómo llega esa plata a la campaña?”, De Angeli farfulló “No, no sé”.

“Si hay un excedente de diez millones de toneladas [en realidad es de poco más de la mitad], ¿por qué no se vende? Está ahí el rol de Estado”, reflexionó.

Sobre el último tema agropecuario que estalló mediáticamente (el trabajo en negro en el ámbito rural), De Angeli admitió que “hay sectores. Tomada lo sabe bien, hay sectores como el algodón, la caña de azúcar, los paperos, que hay que reformar la legislación laboral para ese tipo de mano de obra intensiva”.

“Un día tenés 40, le das de alta, cobran el día y al otro día tenés 20. Sobra este tipo de mano de obra, repudio totalmente el trabajo en negro. Le dije a Carlos Tomada. Íbamos a hablar con Capitanich cuando era legislador”, rememoró el dirigente agropecuario.