Y volvió Enzo Fernández. Después de ser campeón del mundo en Qatar 2022 y ser premiado como el mejor jugador joven del torneo, en su regreso a su club, el Benfica de Portugal, dió un verddero concierto futbolístico.

Enzo convirtió un gol, puso varios pases verticales y profundos y se lució con un tiro libre que bien pudo ser su segunda conquista. El 89% de sus pases llegaron a destino, y fue objeto de una violenta infracción porque los rivales no podían pararlo.

Luego de convertir el tanto, hizo referencia indirecta al affaire que se produjo por el interés en su pase del Chelsea de Inglaterra. Se golpeo a la altura del escudo del Benfica e hizo gestos que indicaban que “yo me quedó acá”. 

Enzo sabe jugar al fútbol y parece ser que además, sabe de esa demagogia tan necesaria para que los hinchas lo respalden. Al final del partido, se estrechó en un abrazo con el entrenador Roger Schmidt, con quien mantuvo un entredicho por el conflicto con el equipo inglés.