La NBA vivió una noche picante. Miami Heat, de buen arranque de temporada visitaba a un candidato, como Denver Nuggets, que no ha tenido el mejor inicio. El equipo de Facundo Campazzo se impuso claramente, pero la noche terminó en escándalo por una batalla entre Markieff Morris y Nikola Jokic.

El jugador del Heat le cometió una falta que pareció bastante normal, con la cadera, al MVP de la última temporada. Pero una vez que largó la pelota, Jokic fue con todo sobre Morris que ya se había desentendido de la acción y le azotó un golpe artero con el hombro sobre la espalda.

La falta de Morris y la agresión por la espalda de Jokic.

Jokic ya había tenido disputas con los Morris, pero más especialmente con Marcus, el hermano mellizo de Markieff, pero en esta pareció reaccionar de manera excesiva. Los hermanos Morris tienen fama de jugadores complicados y a veces hasta un poco sucios, pero no pareció una infracción tan grave como para decantar esa reacción.

Jimmy Butler, máximo referente del Heat estaba de espaldas y no vio la agresión del pívot serbio en primera instancia. Luego de que el juego se detuviese, observó en una pantalla lo acontecido y arremetió con todo contra el mejor jugador de los Nuggets. Lo increpó más de una vez ante la nula reacción del europeo.

Butler, desencajado, invita a pelear a Jokic.

Más allá del conflicto, los Nuggets se llevaron un valioso triunfo, a pesar de que Campazzo no tuvo gran participación. Jugó menos de dos minutos y no registró números de la planilla. Se aguarda para conocer una posible sanción para Morris, pero especialmente para Jokic, a partir de su agresión.