El fútbol europeo continúa en jaque por los casos de COVID-19 que afectan a toda la región. En los planteles de las principales ligas se registra un alto porcentaje de contagiados, aunque hasta ahora, la Premier League era la única que se había destacado por las múltiples suspensiones de partidos.

Sin embargo, las complicaciones ya llegaron a Italia. Por la fecha 20 de la Serie A, debieron posponerse cuatro partidos. Entre ellos, el de Bologna y el Inter. Sin embargo, el conjunto de Milán se hizo presente en el estadio Renato Dall'Ara, realizó una entrada en calor y se predispone a reclamar los puntos del encuentro.

Desde el Inter alegan que las reglas no son claras y que dado que las decisiones se toman por región y no a nivel nacional, todo se presta a confusión. "Por ejemplo, el Verona va a jugar a Spezia con 11 positivos, mientras que otros equipos se han parado con quizás menos positivos", declaró Beppe Marotta, CEO del club.

Los casos positivos se habían registrado en Bologna, pero, a pesar de ello, el equipo estaba listo para jugar, hasta que recibió la orden de suspensión por parte de la autoridad sanitaria local. 

Los antecedentes no colaboran en nada. En octubre del 2020, el juez deportivo de la liga italiana le dio por perdido un partido al Napoli, por no presentarse. El conjunto del sur de Italia debía enfrentar a la Juventus en Turín, pero la autoridad sanitaria local le prohibió viajar por motivos de fuerza mayor. Sin embargo, en el escritorio perdió 3 a 0.

El Inter lidera la Serie A con cuatro puntos de diferencia sobre el Milan y no quiere correr el más mínimo riesgo de que esa diferencia se recorte en el escritorio. Por eso, antes las dudas presentadas, fueron a la cancha y se pararon como para jugar.