La situación del COVID-19 ha afectado fuertemente a los equipos de fútbol en todo el mundo. Por supuesto, en países donde la situación económica es más delicada, como en Argentina, el impacto es más fuerte. Pero incluso en los equipos más poderosos del planeta, la pandemia ha generado grandes pérdidas.

El Chelsea ha sido uno de los mejores equipos de todo el 2021. El conjunto que dirige Thomas Tuchel se consagró campeón de la Champions League en mayo y aún así, en el balance del año, perdió una fortuna: más de 173 millones de euros.

Según informó el medio inglés The Guardian, el conjunto londinense incrementó sus ganancias por derechos de transmisión de poco más de 460 millones de euros a 495 millones de euros. Es un volumen de dinero gigantesco, pero el incremento es menor al que se venía dando anualmente antes de la pandemia.

Además, el Chelsea sufrió, al igual que todos los equipos europeos, el hecho de haber jugado tantos partidos sin público, lo que le significó reducciones en los ingresos por entradas y merchandising.

Por otra parte, durante el 2020, el equipo de camiseta azul incorporó una buena cantidad de jugadores y durante este año, debía vender para intentar equilibrar las finanzas. En ese esquema, se encontró con un mercado bastante más austero que no pagó los pases al nivel que se pagaban hasta el 2019.

A pesar de sus éxitos deportivos, la estabilidad financiera del Chelsea está sumamente ligada a la empresa del magnate ruso Roman Abramovich. Fordstam Limited ha sido la pata esencial del crecimiento del equipo durante este siglo y a pesar del éxito que ha hecho del conjunto de Stanford Bridge una marca a nivel mundial, sigue siendo un apoyo insustituible.