Es evidente que los reglamentos en el fútbol argentino carecen de seriedad y, por sobre todas las cosas, no entregan ningún tipo de seguridad jurídica. Se legisla a conveniencia, a pedido, a peso en relación a la actualidad más estricta y se siguen las fluctuaciones políticas con fines meramente acomodaticios.

En este caso, el tema en boga que pone sobre el tapete internas mucho más profundas es la Supercopa 2020. La guerra AFA vs Liga Profesional vuelve a tomar de rehén al fútbol y los hinchas, ingenuos, son los únicos que defienden posturas en beneficio puramente de sus clubes. De ellos puede entenderse la falta de lógica. De los dirigentes, de ninguna manera.

El debate en cuestión es que corresponde hacer con la Supercopa Argentina 2020. En términos generales, esa copa la juegan el campeón de la liga local contra el ganador de la Copa Argentina. Es necesario distinguirla del Trofeo de Campeones, aquel en el que se miden el ganador de la liga con el ganador de la copa de la liga.

El fútbol nacional tiene un nivel tan desprolijo de manejo que los torneos son confusos para todos y eso puede agregar cierta oscuridad a la cuestión. Además, han cambiado las entidades rectoras de los torneos, de AFA a Superliga, de Superliga a Liga Profesional.

Por otro lado, el hecho de que dicho torneo no haya podido jugarse el año pasado en el medio del peor momento de la pandemia, no colabora mucho. Pero la cuestión es bastante más clara que lo que parece. Hay un solo partido que debe disputarse y quienes tienen derecho a jugarlo reglamentariamente, sin duda alguna, son Boca y River.

Artículo 20 del reglamento de competencias de primera división 2019/20 - Clasificación a la Supercopa 2020

El campeón del Campeonato de Primera División de la Superliga 2019/2020 jugará
con el campeón de la Copa Argentina por la Supercopa Argentina. En caso de
repetirse el campeón en ambas competencias, el equipo que disputará la misma, será el subcampeón del Campeonato de primera División de la Superliga 2019/20.

Boca, ya había obtenido su boleto para disputar la Supercopa hace tiempo, cuando se consagró como campeón de la Superliga 2019/20, la única jugada durante el año pasado. Pero, además, el Xeneize ganó la Copa Argentina 2020… hace un mes. Sí, aquel torneo que el conjunto de Sebastián Battaglia le ganó a Talleres el 8 de diciembre del 2021 corresponde al año pasado y no a este.

Cabe entonces hacer un par de aclaraciones. El reglamento que rigió en 2020 fue el publicado por la extinta Superliga. El mismo, aclara específicamente que en caso de que el ganador de la liga y el ganador de la copa de ese año fuera el mismo equipo, la Supercopa la debía jugar contra el club que haya salido segundo en la liga, es decir River. No hay más discusión.

Durante ese 2020, en la segunda mitad del año, se jugó también la Copa Diego Armando Maradona. La misma fue definida por la AFA como Copa Nacional. Fue un torneo totalmente excepcional consecuencia de las suspensiones, la pandemia, la vuelta del fútbol y la necesidad de llenar el calendario. Pero fue una copa, por ende Banfield no tiene derecho reglamentario a jugar la Supercopa.

Por otra parte, el Trofeo de Campeones 2020, no puede jugarse, porque uno de los contendientes de esa final debía decidirse mediante un torneo que jamás se jugó.

Artículo 19 del reglamento de competencias de primera División 2019/20 - Clasificación al Trofeo de Campeones

Los campeones del Campeonato de Primera División de la Superliga 2019/2020 y de la Copa de la Superliga 2020 se enfrentarán (siempre y cuando se apruebe la disputa de este Trofeo por parte del Comité Ejecutivo) por el título en cuestión en la fecha y sede que determine la Superliga. En caso de repetirse el campeón ambas competencias, el equipo que la disputara será el subcampeón del Campoenato de Primera División de la Superliga 2019/2020.

La Copa de la Superliga fue aquella de la que solo se pudo jugar una fecha. Tras ese primer partido, se suspendió por el contexto del COVID-19. El fútbol en el país se paró por varios meses y luego se retomó, tomando la decisión de anular y dejar sin efecto la Copa de la Superliga y poner en marcha un nuevo torneo: la Copa Diego Armando Maradona.

Para ser lo más claro posible: la Copa de la Superliga se borró de los libros y la Copa Maradona no ejerció como reemplazo sino que fue un torneo totalmente diferente. Ese Trofeo de Campeones, al haber un contendiente que nunca fue decidido porque se suspendió un campeonato, no se juega.

No es una opinión, no es un parecer, es el reglamento. Claro, el reglamento publicado por una entidad que ya no existe: la Superliga. Pero dicho reglamento fue aprobado por los dirigentes argentinos en algún momento. No fue impuesto a la fuerza ni mucho menos. Los pasos a seguir son los que están escritos y fueron aprobados como válidos al momento al que corresponden las competencias y no los actuales. Nunca es posible legislar de manera retroactiva.

Por otro lado, tal como surge de lo mencionado anteriormente como extracto del reglamento, no hay manera de considerar que el trofeo debe quedar en manos de Boca sin disputarse, tal como sugirió con un desconocimiento supino, Cristian Malaspina, presidente de Argentinos Juniors. “El trofeo de campeones según @EduardoJSpinosa lo podría ganar un subcampeón; paremos esta locura; no se aprobó en mesa de la liga ni en comité de @afa. @cuervotinelli te rodeaste muy mal. Ganó los 2 @BocaJrsOficial es el ganador”, twitteó el dirigente.

Malaspina se horroriza con algo que sucede en las principales plazas futbolísticas del mundo; aquellas a las que en términos de organización y seriedad dirigencial debería tenderse a imitar. El dirigente del Bicho afirma con espanto que el Trofeo de Campeones (que parece confundir con la Supercopa) lo podría ganar un subcampeón, lo que ha sucedido en España, Francia, Inglaterra y Alemania, por ejemplo.

En el 2015, el Barcelona de Luis Enrique arrasó con La Liga y la Copa del Rey. En consecuencia y de acuerdo al reglamento español, jugó la final de la Supercopa de España con el Athletic de Bilbao, finalista de la Copa del Rey, y perdió la serie de manera categórica: 5 a 1. Un subcampeón ganó la Supercopa.

En el 2019, tal como es costumbre, el Bayern Munich fue una aplanadora en Alemania. Ganó la liga y la copa por lo que jugó la Supercopa contra el segundo de la liga, el Borussia Dortmund. Cayó por 2 a 0. Otro subcampeón ganador de Supercopa.

En 2011 sucedió en Francia. Allí el Trophée des Champions equivale a la Supercopa y la juega el ganador de la Ligue 1 y el de la Copa de Francia. El Lille había ganado ambas, por lo que enfrentó al Olympique de Marsella, segundo en la liga, que se impuso en un partidazo por 5 a 4.

En Inglaterra, donde se juega el mejor fútbol del mundo, también sucedió. En el 2010 Chelsea y Manchester United jugaron la Community Shield, torneo equivalente a una supercopa nacional. El equipo londinense había ganado la Premier League y la F.A. Cup de la mano de Carlo Ancelotti y debía enfrentarse al equipo del mítico Sir Alex Ferguson. Fue triunfo del conjunto de camiseta roja, por 3 a 1. Subcampeón de liga y copa, pero campeón de la supercopa.

Es imperioso que la rosca política deje de generar volantazos violentos en el fútbol argentino. Los cambios de rumbo y de mando ya han sido grotescos. La incidencia inmediata en un título mediante legislación retroactiva es impermisible.