Desde la obtención de la Copa América de Brasil en 2021, uno de los términos más utilizados
por los futboleros argentinos es, sin dudas, “La Scaloneta”.

El propio Lionel Scaloni se ha confesado al respecto: "Me pone incómodo, no puedo hacer
mucho. Solo agradecer el cariño de la gente con la Selección Argentina. Si les gusta y se
identifican con el equipo, no los voy a parar".

El respeto y la admiración de la que hoy goza en nuestro país, también se siente a 10.600
kilómetros de distancia, porque en España, Scaloni es sinónimo y bandera del Deportivo La
Coruña. El club gallego fue quien le abrió las puertas del fútbol europeo, meses después de
consagrarse campeón del mundo Sub 20 con la selección de José Pekerman en Malasia 1997.
Los mejores años de su carrera futbolística, Scaloni los vivió en Galicia. Ser parte del “Super
Depor” es un privilegio para pocos y el pujatense lo lleva con orgullo.

Radio Continental dialogó con Augusto César Lendoiro, quien fue presidente del Deportivo
durante 26 años, entre 1988 y 2014. ¿El motivo? Scaloni y la huella que dejó en una de las
provincias más hermosas de España, ubicada al noreste del país.

“Yo diría que más que el primer equipo de Lionel en Europa tendríamos que decir que el Depor
fue su club, porque pienso que los restantes equipos en los que estuvo, lejos de Argentina
fueron algo testimoniales. En el Deportivo alcanzó su máximo nivel y los títulos. La principal
razón de ficharlo, a raíz del Mundial Sub-20, fue comprobar el alma de líder que tenía aquel
joven de tan solo 19 años, que apuntaba a grandes cosas”, asegura Lendoiro.

El argentino tuvo la suerte de poder vestir la camiseta del club en el período más importante
de toda su historia, lapso en el que desarrolló un palmarés envidiable en los 269 partidos jugados, repartidos entre 8 temporadas. “Vivió, quizás, la Edad de Oro del Deportivo, conquistando la Liga (título que sólo ganaron nueve clubes en España) una Copa del Rey y dos Supercopas , y encima disputando cinco Champions League consecutivas, amén de otras competiciones europeas, en las que siempre destacó por su gran rendimiento en el campo y se erigió como uno de los jugadores más respetados dentro del vestuario y para toda la afición deportivista”, afirma el
expresidente blanquiazul.

El hincha coruñés adoptó rápidamente a Scaloni, porque se sintió identificado con su
entrega dentro de una chancha de fútbol. “Juega como si fuese uno más de la afición” solía
decirse en aquel entonces en las tribunas del estadio Riazor. Ese amor del público para con el
futbolista, era recíproco. 

Lendoiro aportó un ejemplo que afirma ese amor: “En la celebración
del título de campeones de la Liga-2000, con la plaza de María Pita abarrotada por 25.000
personas, desde el balcón del Ayuntamiento de La Coruña cogió el micrófono y se pronunció
sobre el Celta de Vigo. Aquello le supuso la ovación de la afición deportivista, pero la verdad es
que no sentó nada bien entre la hinchada celeste, nuestro máximo rival futbolístico... que no
aceptó de buen grado el ‘mensaje’. Lionel decía lo que pensaba, gustase o no gustase
diplomáticamente y por eso destaco esa anécdota porque lo define muy bien como era como
persona”.

Fueron 17 años ininterrumpidos en el fútbol europeo para Scaloni, repartidos entre
Deportivo, West Ham, Racing Santander, Lazio, Mallorca y Atalanta. En el club bergamasco le
puso punto final a su carrera en 2015. El día después lo encontró ligado al fútbol, pero como
entrenador: “No era necesario ser muy listo para sospechar cuál sería la profesión de Lionel
una vez que finalizase su etapa de jugador. En el fondo él ya hacía de ‘entrenador’ en su época
de futbolista, tanto si se encontraba en el terreno de juego, o sentado en el banquillo. Vivía los
partidos con enorme intensidad y en el campo tenía un sentido táctico que le encantaba a
(Javier) Irureta, su director técnico. Era algo así como un ayudante del míster en el césped y eso
los técnicos lo agradecen mucho”, sentenció don Augusto.

El Mundial de Qatar está a la vuelta de la esquina, y más allá de tener el corazón rojo de furia
española, Lendoiro tiene la convicción de que el seleccionado argentino hará un buen papel: “Creo que Argentina será una de las selecciones favoritas para hacerse con el Mundial de Qatar. Es, sin duda, la gran ilusión de un número uno de todos los tiempos como es Lio Messi. Un título
que se le ha venido negando y que -si no fuera porque creo que España está en condiciones de
repetir como campeón del mundo- me gustaría que pudiese conquistarlo, porque así me parece
que el fútbol sería justo con un futbolista que lleva 15 años maravillando a todos los amantes
de este deporte… al tiempo de hacer felíz a un país tan entrañable para mí como es Argentina y
a una selección comandado por otro gran Lionel, mi querido Scaloni”.