Ambos tenían técnico nuevo y muchas expectativas. En San Lorenzo, el debut de Pedro Troglio y en Independiente, Eduardo Domínguez que venía de sacar campeón a Colón hace dos torneos. Pero en la cancha se vio poco, para San Lorenzo, lo suficiente para imponerse a un Independiente que no puede salir de su triste presente.

La pretemporada como excusa y la situación institucional que se traslada a la pobreza de los planteles hizo el partido que debía ocurrir, hasta que al final del primer tiempo, el Ciclón, con gol de Andrés Herrera, que apareció completamente solo en el área y definió bien, aunque el arquero de Independiente, Milton Álvarez, respondió un poco tarde.

En el segundo tiempo San Lorenzo se refugió con orden y capacidad táctica, e Independiente hizo lo que hace siempre, fue desordenadamente y sin eficiencia ni peso ofensivo. Y todo terminó como debía terminar. El Ciclón ganó y se fue con una sonrisa, y el Rojo, con toda su frustración.