Luego de las fuertes versiones de que la cúpula directiva del Grupo Volkswagen dará luz verde el próximo martes a la entrada de Porsche y Audi a la F1 en 2026, ahora se supo que la casa francesa Peugeot también barrunta entrar a la máxima en el mismo año.

Los nuevos rumores llegan de la mismísima Francia, y prueban que el trabajo de Liberty Media para restaurar la credibilidad, la corribilidad, la viabilidad económica-financiera y la emoción en la F1 comienzan a dar frutos con creces. Para la última renovación de motores, en 2014, la FIA tuvo que dar toda clase de concesiones a Mercedes para que el equipo alemán no se retirase de la máxima luego de un muy mediocre primer campeonato en 2010.

En contraste con aquella situación, en donde ningún equipo se interesó en desarrollar los motores V6 Turbo Híbridos (los más caros de la historia del automovilismo por lejos), si se confirmase la llegada de Peugeot, la F1 arrancaría 2026 con 5 motoristas: Ferrari, Mercedes, Renault, Audi, Porsche y Peugeot.

La planta impulsora de 2026 exonerará el complejo y costoso MGU-H y dará al MGU-K una potencia de 476 caballos de fuerza (350 kw/h). El MGU-K actual limita su entrega a 163 caballos. Además, la F1 usará desde ese año un combustible 100x100 sostenible.

Peugeot desarrolló un hypercar para el WEC, pero entrará en acción en la Le Mans 24 del año próximo. Además, según publicaciones francesas, Peugeot no está conforme con la aplicación del Balance of Performance con la LMDh, prototipos sustancialmente más baratos (de nivel de LMP2).

Como sabemos, a lo largo de la historia distintas categorías internacionales (el CART estadounidense a finales del siglo pasado; la Fórmula E hace un lustro) parecieron amenazas para la hegemonía de la F1 como referencia del deporte motor. Pero, al cabo, se terminó demostrando que el mejor escaparate para una marca de autos es la F1. Y más si se limitan los presupuestos rigurosamente y se desarrollan tecnologías con mayor devolución a los coches de calle.

En este caso, los 200 millones de euros a pagar para entrar en la parrilla de la máxima no implican un gran esfuerzo para el Grupo Stellantis, a juicio de Carlos Tavares, quien corta el bacalao en Peugeot.

Addenda: se supo recién ahora que Kevin Magnussen estaba trabajando como piloto desarrollador de un auto no sólo para el WEC, sino también de cara a 2026. Toman así sentido las melifluas y ambiguas declaraciones de Stefano Domenicali, CEO de Liberty Media, sobre “otras marcas interesadas en entrar a la F1, además de Andretti”.