Independiente y Vélez Sarsfield empataron 1 a 1 en Avellaneda, con goles de Alan Soñora en el primer tiempo y Lucas Pratto en el segundo, para el visitante.

Lo de Independiente es totalmente inexplicable, porque incluso cuando parece que puede jugar bien, decide jugar mal y termina sacrificando el resultado. En el primer tiempo, el local fue más, un desborde de Damián Batallini, un centro que Soñora empujó al gol y el 1 a 0 a favor apenas a los 12 minutos.

Pero eso no fue todo. Siguió haciendo un buen fútbol Independiente, razonable en todo caso y superior a su rival, que estaba compuesto por jugadores que casi nunca son titulares. Estos, estaban reservados para la semifinal de Copa Libertadores del miércoles.

A esos suplentes de Vélez, Independiente superó bien en el primer tiempo. Pero en el segundo, como si fuese un mandato y como hace siempre, se metió atrás. Pero bien atrás. Y no con método o con esquema, no como los equipos que saben jugar metidos atrás, sino amontonando jugadores sin criterio dentro del área propia.

El entrenador de Vélez, el "Cacique" Medina, entendió que tenía que mandar a la cancha un par de titulares para aprovechar a ese Independiente inexplicablemente retrasado. 

La gente perdía la paciencia y le cantaba al técnico Julio Falcioni: "sacá al equipo la put...que te parió", todos veían lo que se venía. Con Patto y Bou en cancha Vélez ganó en peligrosidad y faltando un minuto para el final, el arquero Sebastián Sosa que hoy recuperó la titularidad, también inexplicablemente, le da un pase a un contrario, mas precisamente a Bou, centro y cabezazo de Pratto al gol.

Ridículo, papelonesco. Lo de Independiente en estos términos es totalmente insostenible. El entrenador se fue entre insultos y y los jugadores entre silbidos. Y ¿que se le puede decir a la gente?