Raramente las 500 Millas de Indianápolis defraudan como espectáculo. Las carreras en óvalos están pensadas primordialmente en función del show, y el óvalo más famoso cumple cabalmente su función.

Hoy parecía una carrera ordenadita, educadita... hasta las últimas 40 vueltas. Ahí todos sacaron las uñas y mostraron sus verdaderos objetivos. Y hubo 4 choques en 20 giros.