Miami Heat es una franquicia relativamente nueva de la NBA. Se creó en 1988 y se afianzó en base a valores dentro y fuera de la cancha no tan habituales en la liga: esfuerzo por sobre talento, sentido de pertenencia y, en lo estrictamente basquetbolístico, una cultura defensiva más semejable a la de FIBA que a la de la liga de los Estados Unidos. Como faro que encarna esos valores, mantiene en su plantel a Udonis Haslem, un jugador de 41 años que hace tiempo casi no tiene participación en el equipo. Sin embargo, una vez más, se le renovó contrato por 2,8 millones de dólares.

Haslem llegó al equipo de Florida en 2003, como agente libre, sin haber sido drafteado. No jugó un sólo minuto de su carrera profesional en los Estados Unidos fuera de dicha franquicia: 18 años ininterrumpidos con la misma camiseta. Fue partícipe importante de los tres títulos que tiene el Heat en su historia: en 2006 con la dupla Dwyane Wade - Shaquille O´Neal y en 2011 y 2012, de la mano del Big Three de Wade, Chris Bosch y LeBron James.

Sus números lo ubican como uno de los cinco jugadores con más años jugados para un mismo equipo en la historia de la NBA y si juega algún partido en la 2021-22, puede convertirse en el séptimo más longevo en competir en esa liga.

Es un emblema de la franquicia y del estilo que la misma profesa: nadie duda de su profesionalismo, su compromiso, su fidelidad y hasta su relevancia como miembro destacado de la sociedad en la ciudad. Pero, su aporte dentro de la cancha es limitado desde hace mucho. Ya en aquellos últimos dos títulos de su equipo, aportaba desde el banco, pero desde hace varios años que eso tampoco sucede.

Desde la temporada 2016-17 nunca estuvo presente en más de 16 juegos y en los últimos dos años sólo jugó cinco partidos. De hecho, en la temporada pasada sólo disputó un puñado de minutos de un partido contra Philadelphia 76ers, dado que se fue expulsado por una pelea con Dwight Howard.

Tanto Pat Riley, el General Manager de la franquicia, como Erik Spoelstra, el entrenador, lo consideran una pieza fundamental dentro del grupo y el vestuario; un ejemplo para los más jóvenes. Sin embargo, su situación despierta una polémica, ¿es coherente que por su rol de líder y motivador cobre un sueldo de 2,8 millones de dólares?

Hay varios compañeros suyos con más relevancia para el equipo actual que perciben menos dinero. Es el caso de Victor Oladipo, por ejemplo, que de todas maneras aceptó reducirse el salario porque llegó la temporada pasada con un gran pago y casi no pudo jugar por lesiones. Más polémica es la comparación, por ejemplo, con Dwyane Dedmond, que juega en su misma posición. Llegó al Heat en abril del 2021, es decir, tuvo oportunidad para jugar durante sólo tres meses. En ese lapso disputó 16 partidos, más lo que jugó Haslem en sus últimas tres temporadas juntas y con mejores estadísticas. Sin embargo, cobra casi 500 mil dólares anuales menos.

El rol del pívot de 41 es incuestionable, es una leyenda. Pero desde hace tres años que amaga con retirarse y no lo hace pura y exclusivamente por el rol que cumple fuera de la cancha. En ese contexto la polémica está instalada y pocos se muestran 100% seguros en una postura: ¿se justifica que cobre un sueldo como si su aporte lo hiciese adentro de la cancha?