Fue una de las imágenes más impactantes del año. Christian Eriksen, el jugador de la Selección de Dinamarca, cayó solo desplomado en el primer tiempo del partido debut de su equipo en la Eurocopa contra Finlandia, en Copenhague. Había sufrido un ataque cardíaco. La situación, alarmante para su familia, sus compañeros y hasta el público, tomó un mejor color cuando luego de un largo rato de reanimación, el jugador se retiró de la cancha consciente. A dos meses de ese episodio, piensa en volver a jugar.

Tras el susto, el 10 de Dinamarca fue llevado al hospital y rápidamente sometido a una intervención quirúrgica. Se le detectaron cambios bruscos en la frecuencia cardíaca, por lo que se le implantó un desfibrilador automático, El objetivo del dispositivo es detectar y detener los latidos anormales del corazón.

Luego de recuperarse, el danés manifestó su deseo de volver a jugar y que este episodio no le impidiese seguir con su carrera. Pero, paradójicamente, el dispositivo que salvó su vida no le permite jugar en el equipo al que pertenece. Es futbolista del Inter de Italia, y la Serie A, increíblemente, no deja que ningún jugador juegue con un aparato de esta naturaleza.

Según argumenta el comité científico de la Federación Italiana, un codazo o un choque con un rival pueden generar que el aparato se rompa. "No podemos aprobar plenamente que juegue en Italia. Si a este jugador le quitan el desfibrilador y un especialista demuestra que está bien, podrá jugar en el Inter", sostuvo Francesco Braconaro, uno de los miembros del comité. Pero eso no sucederá.

En consecuencia, Eriksen comenzó a negociar con el Ajax, el equipo en donde debutó profesionalmente. Además del enorme recuerdo que dejó allí, en donde jugó 163 partidos entre 2009 y 2014, con 32 goles y 65 asistencias, y el consecuente deseo de toda la institución de contar con él, hay otro motivo que lo acerca al conjunto de Ámsterdam,

La Eredivisie, la liga de Holanda, autoriza la participación de jugadores con esta clase dispositivos, y en el mismo equipo al que iría, el Ajax, hay otro futbolista que lleva un desfibrilador similar, por lo que los médicos del club están acostumbrados a tratar con este tipo de condiciones. Daley Blind, el histórico defensor de los Países Bajos, fue diagnosticado con una inflamación en los músculos del corazón tras presentar síntomas de extremo cansancio en la Champions League 2018-19.

El jugador se sometió a una operación en la que le implantaron el desfibrilador en 2019 y nueve meses después volvió a jugar. En 2020, en un amistoso ante el Hertha Berlin, se le apagó el dispositivo y cayó al suelo. Si bien es una situación anormal y que no debería suceder, los médicos del equipo actuaron con conocimiento de causa y velocidad como para que el futbolista no tenga ningún tipo de secuela posterior. Es decir, hay una importante experiencia previa para tratar con la situación de Eriksen.

El equipo médico del Ajax lleva unos días analizando los estudios del jugador. Si consideran que todos está bien, darán el visto bueno para que el equipo de la capital holandesa avance seriamente en la negociación por un futbolista que, si está en condiciones de jugar, puede ser determinante en cualquier competencia del mundo.