El duelo de la velocidad punta ofrece grandes contrastes: juventud frente a veteranía, la piel blanca de Lemaitre junto a la negra de Chambers, la imagen inmaculada del francés frente a los turbios antecedentes del británico, que ya ha cumplido dos sanciones por dopaje.

Lemaitre, primer blanco que ha roto la barrera de los 10 segundos (9.92 el año pasado), escribió en los Europeos de Barcelona 2010 una página excelsa en la historia del atletismo del Viejo Continente al conseguir medallas de oro en 100, 200 y 4x100. En Helsinki, a un mes vista de los Juegos Olímpicos de Londres, prefiere, por precaución, concentrarse en el hectómetro y en el relevo.

Este año Lemaitre todavía no ha bajado de los 10 segundos, aunque no ha estado lejos. Llega a Helsinki con un tiempo de 10.04 que el 31 de mayo, en la Golden gala de Roma, le dio el tercer puesto por detrás del rey, Usain Bolt, y del segundo mejor jamaicano, Asafa Powell. Un puesto con el que pocos velocistas se atreven a soñar.

Chambers acaba de vencer en los campeonatos británicos, pero aunque el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha revocado la Ley Osaka, que impedía la participación en los Juegos a los sancionados por dopaje, todavía no tiene plaza en Londres 2012. Su mejor registro este año es de 10.25 y necesita la mínima A (10.18). En Helsinki, por tanto, se juega algo más que una medalla.

La final de 1.500 sigue siendo una prueba carismática en Europa pese a haber caído ya en los dominios africanos. Para España, que ha tenido un campeón olímpico (Fermín Cacho) y un subcampeón mundial (José Luis González), es, además, una cuestión de honor.

En ausencia del campeón, Arturo Casado, todavía renqueante de una lesión en el metatarso izquierdo, Manuel Olmedo, consagrado en la elite mundial con su título europeo bajo techo y, sobre todo, su cuarto puesto en el Mundial de Daegu, estará acompañado por dos jóvenes, Álvaro Rodríguez y David Bustos, que parecen haber dado el salto definitivo este año, a juzgar por sus marcas.

El principal adversario para los españoles será el turco de origen keniano Ilham Tanui Özbilen, que este mismo año ha sido subcampeón mundial bajo techo y el año pasado corrió en 3:31.37 al aire libre, pero también habrán de vigilar a los británicos Ross Murray (3:34.76 este año) y Andy Baddeley, y al gigante alemán Carsten Schlangen, plata hace dos años en Barcelona.

Rusia está llamada a dominar el 1.500 femenino. Presenta a las dos atletas más rápidas del año en Europa, Yekaterina Gorbunova y Kristina Khaleyeva, y además la defensora del título, la española Nuria Fernández, no está en su mejor momento después de su operación de menisco.

El aficionado finlandés espera con ansiedad la final de jabalina, la prueba más carismática en el país de los mil lagos. Sobre las espaldas de Tero Pitkamaki, campeón mundial en 2007 y bronce en los Europeos de Barcelona 2010, recae la defensa del orgullo nacional en esta prueba frente a un campeón mundial, el alemán Matthias de Zordo, que no está en su mejor momento (81,62 este año).

El británico Mo Farah, convertido en figura universal tras proclamarse el año pasado campeón mundial de 5.000 metros y subcampeón de 10.000 en Daegu, se conforma con revalidar su corona de los cinco kilómetros. Este año ha sido 16 segundos más rápido que el segundo europeo (12:56.98), y además el español Jesús España -oro en Gotemburgo 2006, plata en Barcelona- arrastra viejos problemas físicos en el calcáneo.

En pértiga, Renaud Lavillenie parecía destinado a repetir su título con relativa comodidad, a la vista de su marca de 5,90, pero el pasado viernes el alemán Malte Mohr le convocó a un desafío con un salto de 5,91 que puede sembrar dudas en el ánimo del francés.

En altura, una español, Ruth Beitia, encabeza con 1,97 metros la relación de marcas de la temporada entre las participantes, pero hay cinco atletas con 1,95, incluidas la rusa Irina Gordeyeva, la sueca Ebba Jungmark y la búlgara Venelina Veneva, y la alemana Ariane Friedrich, con 1,92, se recupera a marchas forzadas de la rotura del tendón de aquiles que sufrió en 2010.

Faltará a la cita la pertiguista rusa Yelena Isinbayeva, la gran estrella del atletismo mundial, que ha preferido retrasar su puesta a punto para intentar retener su título olímpico y no ha debutado todavía al aire libre, después de haber batido el récord mundial bajo techo con 5,01 metros.