Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, parece completamente decidido a insistir con su idea de un Mundial cada dos años. La negativa de jugadores, entrenadores y federaciones no ha alcanzado para que el máximo dirigente del mundo del fútbol desista de su tan lucrativa idea. Sus argumentos no convencieron a muchos, asique ahora apeló a algo más fuerte.

Aseguró que jugar un Mundial cada dos años puede ser la salvación para los problemas sociales de África: "Tenemos que dale esperanza a los africanos la esperanza de que no tengan que cruzar el Mediterraneo para quizás tener una vida mejor".

Obviamente, sus palabras no fueron improvisadas. El mandamás de la FIFA hizo esa declaración en el marco de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. En buena parte de la comunidad europea hay una resistencia muy grande a la inmigración africana e Infantino lo sabe, por lo que claramente apostó a relacionar su propio proyecto con una supuesta problemática que para muchos es imperioso resolver.

"El fútbol no es un mero deporte. Son oportunidades, es esperanza. Las selecciones nacionales tienen que ver con el país, con el corazón, la alegría, y no podemos decir al resto del mundo que nos den el dinero y los buenos jugadores y lo vean por la tele", agregó, en referencia a que los mejores futbolistas juegan en ligas europeas.

El suizo sostuvo además que, como en Europa están los mejores del mundo, allí el Mundial se juega casi todas las semanas, pero en el resto del mundo no es así y por eso hay que instaurar el proyecto de que la cita máxima del fútbol se realice cada dos años. Por ahora, de todos modos, su idea sigue sin prosperar.