Independiente venció a Newell's Old Boys de Rosario por 1 a 0 de local, con gol de Leandro Benegas en el segundo tiempo.

No hizo un mal primer tiempo Independiente. Empezó parejo y hasta parecía un poco mas la Lepra. Pero de a poco, el Rojo ajustó la presión en la salida y el visitante perdió el control. A partir de Iván Marcone, el local se fue adueñando del partido.

Leandro Benegas encontró la posición y complicó, y “el Perro” Lucar Romero se adelantó unos metros y complicó a la defensa de Newell's. Es cierto, hubo deficiencias individuales notorias. El “”Chila" Márquez no dio la talla, se demoró, gambeteó donde no debía, entregó mal la pelota. Tomás Pozzo no consigue tampoco recuperar el nivel que supo mostrar y Batallini es un desorden absoluto y tiene demasiados problemas con esa cosa redonda que hay que patear.

Solamente por esos defectos, con piezas que no encajan, Independiente no se fue en ventaja en el primer tiempo, aunque hubiese sido justo que lo hiciese.

Salió con la misma impronta el Rojo en el segundo tiempo. Se adueñó del campo y la pelota y fue para adelante. Con ganas y precariedad, pero en este fútbol argentino, las ganas son determinantes.

Y a los 15 minutos minutos, Alex Vigo recibió un  pase de Romero por derecha, despacho el centro y Marquez cabeceó al arco, el arquero rechazó y Benegas, goleador, la empujó adentro.

El Rojo retrocedió unos metros y por un rato, pareció que la Lepra tomaba el control. Pero los de Avellaneda corrigieron rápidamente, y recuperaron el control del balón e incluso, pudieron aumentar la diferencia en tres oportunidades, en que, por falta de justeza en la definición, perdieron el gol.

Así, los de Julio Falcioni hilvanaron el quinto triunfo consecutivo. Independiente no cambió el poco fútbol que tiene, pero muestra otras ganas, otra  ambición, y esta alcanzando.