Dice el popular tango “Naranjo en flor” que primero hay que saber sufrir. E Independiente sufrió muchísimo para obtener su primera victoria en el año, tanto para ponerse en ventaja como para defender el resultado. Con gol de Tomás Pozzo derrotó a Arsenal en el Libertadores de América y se recuperó de la derrota ante Estudiantes.

El primer tiempo tuvo un nivel bajo. Su historia y el plan de juego del rival obligaron al Rojo a adoptar una postura protagónica que no pudo amparar ni con la destreza técnica de sus futbolistas ni con trabajo táctico. Tuvo la pelota, la hizo circular con una lentitud pasmosa y no tuvo ningún recurso como para desbordar al adversario.

El Arse se refugió en busca del punto con tanta decisión que incluso no agredió al local cuando este cometió errores groseros en la salida y perdió la pelota en sitios complicados de la cancha.

La única chance la tuvo Andrés Roa a los 36 minutos. Álex Vigo, quien pasó mucho al ataque pero no tuvo idea de como aprovechar la ventaja sacada con sus subidas, tiró un centro bajo y el colombiano definió a la carrera, pero la pelota salió al lado del palo izquierdo de Axel Werner.

Luego de ese trámite inicial bastante soporífero, el segundo tiempo fue bastante más movido. El conjunto de Avellaneda arrinconó al rival con mucha más decisión. Además, algunos cambios le hicieron bien al equipo: Pozzo tuvo mucha más participación que Alan Soñora y Gastón Togni, que naturalmente tiene más peso ofensivo, ingresó mucho mejor que Thomas Ortega.

De esa manera y también a partir de pelotas paradas, el equipo de Eduardo Domínguez creció. A los 19 Juan Manuel Insaurralde tuvo una chance clarísima: tras un tiro de esquina desde la derecha entró sólo por el centro del área, cabeceó cruzado y la pelota impacto en el palo.

10 minutos después, otra vez el ex defensor de Boca y Newell's ganó con libertad en el área e hizo lucir a Werner. Y, finalmente, en el tiro de esquina que derivó de esa acción llegó el único tanto del juego. El centro llegó desde la izquierda y tras un rebote le quedó a Pozzo. El joven volante del Rey de Copas le dio de volea, la pelota se desvió en Damián Pérez y se metió.

Luego del tanto, el equipo de Leonardo Madelón reaccionó y creó pocas situaciones pero de una nitidez notoria.  A los 38 el recién ingresado Edwin Torres desbordó por derecha y tiró un centro que conectó Brian Sánchez. La pelota pasó tan cerca del palo izquierdo de Sebastián Sosa que muchos gritaron el tanto.

Dos minutos más tarde, también por arriba, un déficit histórico del conjunto de Avellaneda, Gonzalo Goñi ganó, conectó de pique al suelo y Andrés Roa salvó sobre la línea. Y ya en el cuarto minuto de adición, tras varios rebotes y con el Rojo padeciendo horrores, Cristian Chimino tomó un rebote, remató de volea y generó una buena respuesta del arquero uruguayo del local.

Independiente consiguió un triunfo exageradamente sufrido, sin jugar demasiado bien y con la confirmación de una debilidad defensiva, especialmente aérea, sobre la que debe trabajar imperiosamente. De todas maneras, consiguió levantar cabeza y sumó su primer triunfo en el torneo.