Ferrari extrema las medidas para cerrar la brecha con Red Bull evidente desde Emilia Romagna. Así, quitará la capa de pintura transparente que le otorga el brillo característico a su coche, con lo que se esperan cambios de tonalidad en su máquina. El objetivo es sacar setecientos gramos al peso final del auto; Red Bull se sacó 8 kilos de encima en Imola y desde entonces dominó tiránicamente en ritmo de carrera.