El Manchester City y el Real Madrid dieron un espectáculo formidable. Además de buen fútbol mostraron las verdaderas caras de un duelo de estilos parejo: juego colectivo paciente contra talento individual directo. El conjunto inglés se impuso por 4 a 3 en la ida de las semifinales de la Champions League, en Inglaterra, con goles de Kevin De Bruyne, Gabriel Jesús, Phil Foden y Bernardo Silva. Karim Benzema en dos ocasiones y Vinicius Jr. descontaron.

El local salió a hacer valer tal condición de entrada. Antes de los dos minutos, Rihad Mahrez recibió a la derecha sin demasiado peligro. Pero todo el riesgo lo generó él: comenzó a gambetear, se deshizo fácil de Ferland Mendy, gambeteó a Luka Modric y enganchó hacia atrás para hacerse el espacio y filtrar una pelota al área. Ubicó con precisión a De Bruyne que cortó y cabeceó para poner el 1 a 0.

El equipo inglés no tardó en asestar otro puñetazo clave. De Bruyne metió un centro no tan riesgoso, pero Gabriel Jesús puso el cuerpo, desplazó sencillamente a David Alaba, giró y enfrentó sin oposición a Thibaut Courtois para el segundo. Guardiola suele elegir jugar sin centro delantero, pero en este caso la presencia de un jugador habituado al área fue esencial.

El equipo de Carlo Ancelotti fue un concierto de errores defensivos e inseguridades. La falta de Casemiro le quitó capacidad táctica. Toni Kroos como volante central no ocupó un rol defensivo y Alaba desesperado por adelantarse y darle presencia al mediocampo descalabró la defensa. Pero en ataque mantuvo la chispa eterna y volvió a mostrar su categoría en la adversidad.

Cuando casi no había conseguido llegar al área rival, descontó y se puso en partido. El gran delantero del momento, Benzema, apareció como siempre al rescate. Mendy tiró un centro pasado, el delantero francés estaba emparejado con el lateral Oleksandr Zinchenko, lo anticipó y definió con frialdad al primer palo. El impacto anímico en el partido fue grande, porque el equipo inglés no dejó de dominar, pero sí empezó a jugar con la sensación de mandíbula frágil.

El comienzo de la segunda mitad puede describirse casi como la resultante del duelo individual entre Fernandinho y Vinicius Jr. El habitual volante central entró sobre el final de la primera parte en reemplazo de John Stones, a jugar de lateral. Ese duelo entre la experiencia y la inteligencia de uno y la capacidad física y picardía del otro tuvo un round para cada lado.

Primero, el del City anticipó con maestría al del Real Madrid y se mandó al ataque. Recibió un gran pase y puso un centro preciso para Foden, que sin ser un especialista entró sólo a la altura del área chica y convirtió el tercero de cabeza.

Pero poco después el ex atacante del Flamengo se tomó revancha. Fue a buscar una pelota muy similar a la anterior pero en este caso la dejó correr para evitar el anticipo. Fernandinho quedó muy mal parado y el atacante se escapó a pura velocidad. Nadie lo alcanzó, enfrentó al arquero y con un remate cruzado puso la historia 3 a 2.

Para un partido de tamaño calibre, no fue suficiente acción. A los 25 minutos, Ancelotti mandó a la cancha a un volante cómo Eduardo Camavinga y sacó a un delantero Rodrygo. De esa manera, le quitó vértigo e ida y vuelta al partido y Manchester volvió a tener control del partido.

Poco después, Zinchenko, de gran partido, encaró como un volante ofensivo y a metros del área lo derribaron. El árbitro se llevó al silbato a la boca pero no llegó a marcar la falta, Bernardo Silva tomó la pelota ante la pasividad de la defensa madridista, avanzó unos metros y definió fuerte al primer palo. Todos se quedaron expectante y el juez, como correspondía, cobró el gol.

Todo parecía definido, porque el conjunto celeste tenía la pelota y no sufría sobresaltos. Pero nada de eso es necesario en el conjunto de la Casa Blanca. De un tiro libre llegó un centro que parecía no conllevar peligro. Pero Aymeric Laporte saltó cabeceó y luego la pelota la dio en el brazo, que estaba muy extendido. El árbitro dudó un instante y sancionó penal. Otra vez tomó la pelota Benzema y le sacó brillo: desde los 12 pasos la picó con una categoría extrema y volvió a descontar.

El juego fue del local, el resultado parece favorecer al visitante. Independientemente de la supresión de la regla del gol con un valor extra en dicha condición, el Real Madrid vuelve a España con un sólo gol de diferencia en contra, en un partido donde no la pasó bien, y con la posbilidad de revertir la historia en el mítico Santiago Bernabéu.