Seguramente Novak Djokovic nunca se imaginó ser detenido dos veces en una semana, pero su insistencia en participar del Abierto de Australia sin estar vacunado, con las mas diversas argucias legales, le ha valido esta situación.

El gobierno australiano le quitó la visa por segunda vez ayer, y el serbio fue trasladado de su lujoso hospedaje al hotel de los inmigrantes que serán deportados, donde ya había estado ni bien llegó al país.

Nole había obtenido el beneplácito de la justicia para ingresar al país y jugar el torneo, argumentando que estaba inmunizado por haber tenido Covid días antes. Pero luego se conoció, por sus propias redes sociales que había dado entrevistas periodísticas infectado y había cometido todo tipo de imprudencias, que llevaron a que el gobierno le volviese a retirar la visa.

Ahora, deberá agurdar la nueva audiencia, que esta vez, será decisiva, para definir su futuro.