En un partido con un final absolutamente infartante, el Atlético Madrid de Diego Simeone empató 2 a 2 con el Bayer Leverkusen en el Metropolitano de Madrid y se quedó afuera de la Champions League en la fase de grupos y a una fecha del final.

El Colchonero necesitaba ganarle como local al equipo alemán, último del grupo, para llegar con chances de clasificarse a la última fecha. Si ganaba iba a ir a jugar un mano a mano con el Porto como visitante la próxima semana, pero no pudo.

El equipo del Cholo comenzó en desventaja como consecuencia de un gol de Moussa Diaby, tras una pelota que perdió en salida Antoine Griezmann. Un rato después, Yannick Ferreira Carrasco lo empató con un remate rasante de afuera del área.

Sin embargo, cuando el conjunto español parecía acomodar el partido, otro error en la salida le provocó otro cachetazo. En este caso, Ángel Correa fue quien la perdió ante Nadiem Amiri, en una posición aún más peligrosa, y Callum Hudson-Odoi aprovechó para volver a poner al visitante arriba.

Ya en el segundo tiempo, Simeone mandó a la cancha a Rodrigo De Paul, que entró muy bien y casi salva a su equipo. A los 5 minutos metió un golazo de afuera del área que le entregaba al local la chance de convertir uno más en un largo lapso y así permanecer con vida.

El tanto no llegaba y el Aleti empujaba sin éxito, hasta la última pelota del partido en la que se vivió una situación totalmente dramática y casi sin precedentes. Pasado el quinto minuto adicionado, Carrasco tiró el último córner de la noche. La pelota cayó en el área chica, se desvió en un jugador del Leverkusen y luego fue despejada.

Clément Turpin dio por terminado el juego y todos los jugadores comenzaron a irse. Sólo algunos del Atlético ensayaron una tímida protesta y el juez se llevó su mano al oído. Frenó el éxodo y se dispuso a esperar. Un rato después fue a revisar la jugada al VAR, detectó una mano casi imperceptible del ex Talleres, Piero Hincapié, y cobró penal.

Cuando muchos de sus hinchas ya se habían ido, el equipo madrileño tuvo una oportunidad más, pero las cosas no le salieron bien. Carrasco remató y atajó el arquero Lukáš Hrádecký. En el rebote, Saúl cabeceó y la pelota dio en el travesaño. Luego llegó Reinildo, definió y cuando la pelota ingresaba rebotó en Carrasco, su propio compañero de equipo, y salió.

Atlético Madrid consumó un fuerte fracaso. Se quedó afuera a una fecha del final, en un grupo en el que era indiscutible favorito y con sólo un partido ganado. Encima, todavía no tiene asegurado el tercer lugar, que le daría la chance de competir en la Europa League. Tiene 6 puntos, el Leverkusen 5 y debe viajar a enfrentar al líder del grupo, el Porto, en la última fecha.