El ex árbitro de fútbol y actual candidato a jefe de Gobierno porteño por el dasnevismo Javier Castrilli opinó duramente sobre el arbitraje del superclásico que ganó Boca 2 a 0 a River en la Bombonera. "Mi opinión como persona que ama el fútbol es que da vergüenza ajena cuando ocurren estas cosas. Es una cachetada a la credibilidad y también respecto de lo que representa al fútbol como vehículo educador. En tanto producto de consumo masivo, penetra celularmente en la sociedad y ¿qué consumen los chicos?: cómo se obtiene un resultado fuera de la ley y con la complicidad de la justicia. Eso es lo más grave. Lamentablemente, los árbitros son los que contribuyen con todo esto", deploró por Continental.

"El defecto del arbitraje fue la permisividad y la omisión de sanciones para no comprometerse y no complicarse el partido, como lo hizo Loustau. No es mal árbitro, pero lamentablemente no pasa con él nomás, pasa con todos los árbitros: yo creo que ocurrieron no menos de 7 instancias de penal a favor de River. Palermo me parece un jugadorazo sensacional y valora el triunfo de Boca, pero si se hubieran sancionado las infracciones dentro del área de Boca, ¿sería el mismo resultado?", inquirió en La Mañana.

"Lo más grave de todo esto no es que no le hayan cobrado el penal a River. Lo más grave es la naturalización de la ilicitud, que nos va bajando las defensas, forma parte del discurso dominante, y se traslada a la vida de relación cotidiana. Se considera natural que se avasallen los derechos de los otros porque yo quiero solamente obtener mi objetivo y como no hay un Estado que ponga esos límites, obviamente que me van a cortar una calle", ejemplificó Castrilli.