SEVILLA, España – En marzo de 2015 estalló la guerra. La de Yemen, causa de la mayor tragedia humanitaria del mundo. Un destino poco favorable. En apariencia. Curiosamente, en 2019, 138.000 personas de regiones rurales de Etiopía, como Oromia, Amhara y Tigray, cruzaron el Golfo de Adén rumbo a Yemen y menos, 110.000, el Mediterráneo rumbo a Europa, según la Organización Internacional para las Migraciones. No para establecerse en ese país, devastado por el enfrentamiento entre los rebeldes huthis, chiitas apoyados por Irán, y la coalición árabe, sino para trasladarse a Arabia Saudita.