En pocos minutos se conocerá la sentencia del juicio oral y público por el secuestro y la desaparición de Marita Verón.

Marita Verón desapareció en Tucumán en abril del año 2002, cuando iba a una clínica a practicarse un análisis. Nunca más se supo de ella. Pero su madre, Susana Trimarco, salió a buscarla con la convicción de que había caído en una red de trata de mujeres.
Recorrió prostíbulos por todo el país, y liberó en todos estos años a muchísimas mujeres que se encontraban en situación de esclavitud.

No pudo dar con su hija, y es el día de hoy que no sabe a dónde está, qué le pasó.
Pero tuvo fuerzas suficientes para criar a su nieta, la hija de Susana, que hoy tiene 14 años. Y para transformar su vida en el emblema nacional de la lucha contra la trata de mujeres.

El marido de Susana falleció. Hoy esuchará el veredicto junto a su nieta.
Trece personas llegaron a esta instancia, y durante le juicio se revelaron las protecciones del poder político en La Rioja y en Tucumán a estas mafias.

Claudia Piñeiro, la escritora que es columnista de este programa, escribió a propósito del tema una columna que quiero compartir con ustedes.