Un nuevo sindicato paralizó hoy por trece horas la Línea C del subte en medio de un fuerte cruce entre representantes de los tres gremios que representan a los trabajadores, mientras la empresa Metrovías advirtió que fue "un piquete" y no una medida gremial. La medida de fuerza sorpresiva del nuevo Sindicato de Trabajadores del Subterráneo (STS) afectó a 160.000 usuarios que utilizan a diario la Línea C que une Retiro y Constitución.

Los trabajadores, que bloquearon las vías, levantaron la protesta tras ser notificados de la orden de desalojo de la Fiscalía Contravencional 36, a cargo de Adrián Davila, y el desplieque de efectivos de las fuerzas de seguridad en la estación Constitución. 

El secretario gremial del STS, Antonio Morales, dijo que se levantó la medida de fuerza "para que no sea una masacre", pero amenazó con la continuidad del plan de lucha y avanzar en nuevos "paros".

Morales, quien actuó como vocero de los manifestantes, denunció que hubo "unos 150 compañeros reprimidos" y detenciones, pero esas afirmaciones fueron desmentidas tanto por Metrovías como por un jefe de la Policía Metropolitana a cargo del operativo.
La vocera de Metrovías, Lucía Ginzo, dijo que un "piquete" paralizó la Línea C y no una "medida gremial", y advirtió que algunos manifestantes "son empleados y otros no".

La portavoz confirmó, además, que el servicio se restableció pasada las 18, cuando salió la primera formación, después de que la empresa realizó un reconocimiento de la traza para remover los elementos arrojados por los manifestantes a las vías y revisó las formaciones.

Los trabajadores de la STS bloquearon las vías desde las 5 en reclamo por la instalación de máquinas expendedoras de boletos y suspensiones.

Metrovías rechazó las razones esgrimidas por los manifestantes, mientras que los metrodelegados alertaron que las personas que impidieron el servicio forman parte de una "patota" de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Morales aseguró que la STS representa a "800 empleados cotizantes" de la red de subterráneos, que no integran ni la UTA ni la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP).

Esta mañana, Metrovías informó en un comunicado que la línea C no pudo operar "debido a la presencia de personas ajenas a la operación en la zona de vías" y atribuyó el bloqueo a un grupo de "treinta personas que impidió la normal prestación del servicio, liderados por un ex empleado, con la finalidad de establecerse como una nueva representación gremial".
"Las razones esgrimidas para tomar esta actitud son totalmente inexactas y se encuentran vinculadas a la necesidad de estas personas de tomar notoriedad en los medios de comunicación", subrayó.

El secretario general de Agtsyp, Roberto Pianelli, aclaró que el sindicato que conduce no tuvo "nada que ver" con el paro sorpresivo y apuntó a la UTA.

"A primera hora un grupo de personas que son conocidas por los trabajadores, porque hace unos años solían venir con las patotas de la UTA que venían a golpear a los trabajadores, bajaron a las vías para impedir que salgan las formaciones", precisó el metrodelegado en declaraciones a radio América.

En igual sentido, el secretario general adjunto de Agtsyp, Néstor Segovia, dijo que "esto no es un paro" y exigió al gobierno porteño "hacerse cargo de la situación".