En el testamento también se establece que, en caso de no ser posible, sus cenizas podrán ser esparcidas en otro lugar, siempre que sea en una ceremonia budista.
En cuento a lo económico, Bowie expresó que los 100 millones de dólares de su fortuna serán repartidos entre su familia. Su mujer, Iman, recibirá la mitad de esa cifra, mientras que el otro cincuenta por ciento, repartido en partes iguales, es legada a sus dos hijos, Duncan y Alexandria Jones
El documento, también preveé que Corrine Schwab, asistente personal de Bowie, recibirá dos millones de dólares y que Marion Skene, antigua niñera de sus hijos, obtendrá también un millón de dólares.